El sector conocido como Lukumpaya Pawa es un auténtico paraíso en pleno altiplano orureño, por todo el paisaje, la exuberante flora y vegetación que muestra, sin envidiar a otras regiones del país. Dicho atractivo está situado a 167 kilómetros de la ciudad de Oruro, en el municipio de Huari perteneciente a la provincia Sebastián Pagador del departamento de Oruro.
El recorrido a dicho lugar fue organizado por el Colegio de Profesionales en Turismo con la finalidad de que la prensa y a través de ella, la ciudadanía conozca sitios que son realmente “paradisíacos”, y que se encuentra en Oruro.
La comitiva estuvo encabezada por representantes del mencionado colegio y cuatro periodistas.
TRAVESIA
El viaje se inició alrededor de las 05:00 horas con destino en principio al municipio de Huari, una vez allí se hizo una parada obligada, para posteriormente seguir camino en vehículo durante 45 minutos al Sudeste hasta la comunidad del cantón Lukumpaya.
La comitiva al llegar a la mencionada comunidad, buscó a las autoridades originarias del lugar o ha algún habitante del lugar, ya que según se indicó, se debe pedir permiso para ingresar al sector de Lukumpaya Pawa.
Una vez obtenido el visto bueno de los personeros de la comunidad, se hizo un nuevo recorrido en vehículo durante cinco minutos al Noreste, para llegar al mencionado lugar, cuyo sitio en el inicio tiene una especie de tranca, sujetada por una cadena y asegurada con un candado, que fue abierta por un comunario que acompañó a la comitiva hasta la puerta.
El lugar es una especie de cañón, el sector Sur denominado Lukumpaya y el Norte denominado Pawa divididos por un riachuelo. Para hacer el recorrido, se llevó a cabo una caminata de cuatro horas por dos senderos, uno de ida y otro de vuelta, que no fue suficiente para observar todas las maravillas del lugar.
A cada lado del cañón, se divisan rocas imponentes en algunos casos de más de 50 metros y con una serie de figuras, como las existentes en Pumiri-Turco. Las formaciones rocosas naturales son de piedra arenisca, piedra flexible, son consideradas formaciones eólicas por la acción del viento, que les dio la forma. Las figuras que se vieron, está también en base a la imaginación del visitante.
Lo que se observó fueron una roca en forma de sapo gigante, una pipa, un elefante, un oso, aunque para otros era la parte de un reptil, un miembro viril de varón de aproximadamente 15 metros de altura y otras figuras.
Al margen de ese espectáculo, durante la caminata se vio vegetación exuberante manifestada a través de la diversidad de árboles frutales, como durazneros, manzanales, guindales y tuna, además de otros tipos de árboles como queñuales. En el sector existen un sin fin de hierbas, de los cuales se pudo identificar a unas cuantas, como la hierba buena y otros con olores fraganciosos principalmente a menta.
La producción agrícola en Lukumpaya Pawa es impresionante, porque se observan a través de parcelas muy bien trabajadas por los comunarios establecidas en terrazas y pabellones, haba, papa, maíz, oca, cebolla y otros, que fueron la admiración de los periodistas. También se vio una diversidad de flores, entre ellas, rosas rosadas con una fragancia exquisita.
El trato de los pocos comunarios con los que se tuvo contacto fue grato, quienes en quechua explicaron algunas características del lugar y dieron la bienvienida a los visitantes, además de recomendar que no se dañe su siembra.
Después de más de dos horas de recorrido, se llegó a una especie de cavernas, donde sólo se pudo ingresar a una de ellas, por la premura del tiempo y al salir de la misma, se observó una roca de más de 50 metros en cuya punta se paraba el sol radiante que alumbraba el vergel. El retorno fue por otro sendero que llevó alrededor de dos horas, hasta el lugar de salida, donde se encontraba la movilidad de los visitantes. El lugar es propicio para hacer caminata y treking (escalar rocas).
GUIAS
Los guías que fueron los representantes del Colegio de Turismo, Vladimir Huarachi y Daniel Coria, explicaron que una de las intenciones de mostrar el lugar, es hacer un circuito turístico incluyendo el paraíso que se visitó.
“El atractivo que es natural, cumple todas las condiciones para explotarlo de manera conciente, preservando el medio ambiente practicando el ecoturismo comunitario, porque para ingresar al lugar se pidió permiso de la comunidad”, aseguró Coria.
Por su parte, Huarachi explicó que el sitio responde a una época anterior a la cultura incaica y Tiahuanacu, demostrado a través de elementos arqueológicos, y el sistema agrícola que se utiliza en el sector.
“Esto es Oruro y eso es lo lindo. Hay un bosque de queñuales, árboles frutales, también maíz, igual que en Tupiza. También hay fauna, liebres, cóndores, llamas, águilas y vizcachas”, señaló.
El recorrido a dicho lugar fue organizado por el Colegio de Profesionales en Turismo con la finalidad de que la prensa y a través de ella, la ciudadanía conozca sitios que son realmente “paradisíacos”, y que se encuentra en Oruro.
La comitiva estuvo encabezada por representantes del mencionado colegio y cuatro periodistas.
TRAVESIA
El viaje se inició alrededor de las 05:00 horas con destino en principio al municipio de Huari, una vez allí se hizo una parada obligada, para posteriormente seguir camino en vehículo durante 45 minutos al Sudeste hasta la comunidad del cantón Lukumpaya.
La comitiva al llegar a la mencionada comunidad, buscó a las autoridades originarias del lugar o ha algún habitante del lugar, ya que según se indicó, se debe pedir permiso para ingresar al sector de Lukumpaya Pawa.
Una vez obtenido el visto bueno de los personeros de la comunidad, se hizo un nuevo recorrido en vehículo durante cinco minutos al Noreste, para llegar al mencionado lugar, cuyo sitio en el inicio tiene una especie de tranca, sujetada por una cadena y asegurada con un candado, que fue abierta por un comunario que acompañó a la comitiva hasta la puerta.
El lugar es una especie de cañón, el sector Sur denominado Lukumpaya y el Norte denominado Pawa divididos por un riachuelo. Para hacer el recorrido, se llevó a cabo una caminata de cuatro horas por dos senderos, uno de ida y otro de vuelta, que no fue suficiente para observar todas las maravillas del lugar.
A cada lado del cañón, se divisan rocas imponentes en algunos casos de más de 50 metros y con una serie de figuras, como las existentes en Pumiri-Turco. Las formaciones rocosas naturales son de piedra arenisca, piedra flexible, son consideradas formaciones eólicas por la acción del viento, que les dio la forma. Las figuras que se vieron, está también en base a la imaginación del visitante.
Lo que se observó fueron una roca en forma de sapo gigante, una pipa, un elefante, un oso, aunque para otros era la parte de un reptil, un miembro viril de varón de aproximadamente 15 metros de altura y otras figuras.
Al margen de ese espectáculo, durante la caminata se vio vegetación exuberante manifestada a través de la diversidad de árboles frutales, como durazneros, manzanales, guindales y tuna, además de otros tipos de árboles como queñuales. En el sector existen un sin fin de hierbas, de los cuales se pudo identificar a unas cuantas, como la hierba buena y otros con olores fraganciosos principalmente a menta.
La producción agrícola en Lukumpaya Pawa es impresionante, porque se observan a través de parcelas muy bien trabajadas por los comunarios establecidas en terrazas y pabellones, haba, papa, maíz, oca, cebolla y otros, que fueron la admiración de los periodistas. También se vio una diversidad de flores, entre ellas, rosas rosadas con una fragancia exquisita.
El trato de los pocos comunarios con los que se tuvo contacto fue grato, quienes en quechua explicaron algunas características del lugar y dieron la bienvienida a los visitantes, además de recomendar que no se dañe su siembra.
Después de más de dos horas de recorrido, se llegó a una especie de cavernas, donde sólo se pudo ingresar a una de ellas, por la premura del tiempo y al salir de la misma, se observó una roca de más de 50 metros en cuya punta se paraba el sol radiante que alumbraba el vergel. El retorno fue por otro sendero que llevó alrededor de dos horas, hasta el lugar de salida, donde se encontraba la movilidad de los visitantes. El lugar es propicio para hacer caminata y treking (escalar rocas).
GUIAS
Los guías que fueron los representantes del Colegio de Turismo, Vladimir Huarachi y Daniel Coria, explicaron que una de las intenciones de mostrar el lugar, es hacer un circuito turístico incluyendo el paraíso que se visitó.
“El atractivo que es natural, cumple todas las condiciones para explotarlo de manera conciente, preservando el medio ambiente practicando el ecoturismo comunitario, porque para ingresar al lugar se pidió permiso de la comunidad”, aseguró Coria.
Por su parte, Huarachi explicó que el sitio responde a una época anterior a la cultura incaica y Tiahuanacu, demostrado a través de elementos arqueológicos, y el sistema agrícola que se utiliza en el sector.
“Esto es Oruro y eso es lo lindo. Hay un bosque de queñuales, árboles frutales, también maíz, igual que en Tupiza. También hay fauna, liebres, cóndores, llamas, águilas y vizcachas”, señaló.
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