Los orureños aún recuerdan con nostalgia los años en que este departamento era conocido mundialmente por su riqueza minera y por ser el sostén de la economía boliviana. La nostalgia es también esperanza de recuperar el carácter de puntal económico del país.
De entre varias posibilidades, una tiene que ver con el turismo. “Oruro es rica en historia y en mitología minera. Queremos habilitar socavones para que podamos mostrar la historia del Chiru Chiru y otros aspectos culturales de la minería”, afirma el prefecto orureño, Alberto Aguilar.
En Oruro se encuentra la ruta agustina que es la vía por donde los españoles llevaban la producción minera hacia el Perú, para luego sacarla a España. Están los mitos vinculados con cerros como el Tunupa y otros.
Actualmente, el principal atractivo turístico en Oruro es el Carnaval, declarado Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad por la Unesco. La tarea pendiente es promocionar la Anata Andina (fiesta de la fertilidad que coincide con el carnaval), que es la expresión de la riqueza musical, histórica, de vestimenta e incluso de las costumbres y leyes de las comunidades originarias.
Los empresarios parecen dispuestos a sumarse al proyecto y para ello hay mucho que hacer.
El Santuario de la Virgen del Socavón combina los elementos católicos con los de creencias prehispánicas. Un templo da paso a la mina convertida en museo.
La plaza principal 10 de Febrero conserva su estructura colonial en muchos sentidos. En una de las aceras circundantes se erige el cine Palais que fue construido como a principios del siglo XX para difundir actividades culturales, en tiempos en que Oruro albergaba a muchos extranjeros que venían en busca de la codiciada plata.
Allí actuaron las mejores orquestas y óperas del mundo. Ahora es el único cine de esa ciudad.
La dinámica cultural capitalina es más intensa de lo que se puede imaginar de esta tierra minera. En el centro se hallan varias galerías de arte donde los artistas orureños, nacionales e incluso internacionales buscan el contacto con el público.
Los libros tienen, asimismo, espacio en librerías que ofrecen una gama variada de títulos, entre los que sobresalen investigaciones de orureños, muchas de ellas vinculadas con el Carnaval.
A nivel departamental, se pretende explotar la tesis del investigador inglés Jim Allen, quien cree haber encontrado en Pampa Aullagas los referentes que Platón —el filósofo griego del siglo V a.C.— describe respecto a la ubicación de la desaparecida Atlántida.
Los chullpares de Alto Saucari, que acaban de recuperar sus colores tras un proceso de conservación, los templos coloniales como el de Curahuara de Carangas —llamada la Sixtina altiplánica por sus pinturas murales— y otros sitios dan pie a la esperanza regional de convertirse en un gran centro turístico para el país y el mundo.
De entre varias posibilidades, una tiene que ver con el turismo. “Oruro es rica en historia y en mitología minera. Queremos habilitar socavones para que podamos mostrar la historia del Chiru Chiru y otros aspectos culturales de la minería”, afirma el prefecto orureño, Alberto Aguilar.
En Oruro se encuentra la ruta agustina que es la vía por donde los españoles llevaban la producción minera hacia el Perú, para luego sacarla a España. Están los mitos vinculados con cerros como el Tunupa y otros.
Actualmente, el principal atractivo turístico en Oruro es el Carnaval, declarado Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad por la Unesco. La tarea pendiente es promocionar la Anata Andina (fiesta de la fertilidad que coincide con el carnaval), que es la expresión de la riqueza musical, histórica, de vestimenta e incluso de las costumbres y leyes de las comunidades originarias.
Los empresarios parecen dispuestos a sumarse al proyecto y para ello hay mucho que hacer.
El Santuario de la Virgen del Socavón combina los elementos católicos con los de creencias prehispánicas. Un templo da paso a la mina convertida en museo.
La plaza principal 10 de Febrero conserva su estructura colonial en muchos sentidos. En una de las aceras circundantes se erige el cine Palais que fue construido como a principios del siglo XX para difundir actividades culturales, en tiempos en que Oruro albergaba a muchos extranjeros que venían en busca de la codiciada plata.
Allí actuaron las mejores orquestas y óperas del mundo. Ahora es el único cine de esa ciudad.
La dinámica cultural capitalina es más intensa de lo que se puede imaginar de esta tierra minera. En el centro se hallan varias galerías de arte donde los artistas orureños, nacionales e incluso internacionales buscan el contacto con el público.
Los libros tienen, asimismo, espacio en librerías que ofrecen una gama variada de títulos, entre los que sobresalen investigaciones de orureños, muchas de ellas vinculadas con el Carnaval.
A nivel departamental, se pretende explotar la tesis del investigador inglés Jim Allen, quien cree haber encontrado en Pampa Aullagas los referentes que Platón —el filósofo griego del siglo V a.C.— describe respecto a la ubicación de la desaparecida Atlántida.
Los chullpares de Alto Saucari, que acaban de recuperar sus colores tras un proceso de conservación, los templos coloniales como el de Curahuara de Carangas —llamada la Sixtina altiplánica por sus pinturas murales— y otros sitios dan pie a la esperanza regional de convertirse en un gran centro turístico para el país y el mundo.
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