A los pies del Sajama, a 6.542 msnm, se inauguró ayer un proyecto de turismo comunitario dentro del Parque Nacional Sajama. Desde este domingo, los pobladores de la comunidad Termales Manasaya de Oruro, a 360 km de La Paz, son socios de una empresa comunal que oferta servicios de ecoturismo, con la premisa de preservar la naturaleza.
El emprendimiento contó con el apoyo del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la cooperación alemana, y el beneficio será para las 23 familias que habitan en esa comunidad.
Esta área protegida de una extensión de 100 mil hectáreas, ofrece al visitante tres pozas de aguas termales cuya temperatura oscila entre 20 a 30 grados centígrados. “Además tenemos fauna y flora, bastantes plantas y animales” que conocer, dijo en el acto de inauguración del proyecto Adrián Nogales, director ejecutivo del Sernap, del Ministerio de Medioambiente y Agua.
“Dentro del área existen vicuñas, suri, gato andino y una variedad de aves, y no sólo se piensa en su preservación, sino también en la cría de todas esas especies”, agregó, a su turno, el director del parque, Oswaldo Aramayo.
La inversión en el proyecto asciende a 30 mil dólares. “La donación fue para acondicionar las tres pozas de aguas termales; infraestructura y equipamiento, vestuarios, mobiliario, recepción, snack y capacitación de la gente”, dijo el coordinador nacional del programa de Pequeñas Donaciones del PNUD, Rubén Salas.
El proyecto se ejecutó en etapas durante un año y medio. “Pero no termina con la inauguración, hay que capacitar a quienes manejarán el circuito”, comentó Jürgen Czerwenka, coordinador de la cooperación alemana Mapza.
Hoy, el parque es un complejo turístico gracias a la visión de la población. “Lo importante ha sido el esfuerzo de la comunidad”, señaló Yoriko Yasukawa, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia.
El emprendimiento contó con el apoyo del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la cooperación alemana, y el beneficio será para las 23 familias que habitan en esa comunidad.
Esta área protegida de una extensión de 100 mil hectáreas, ofrece al visitante tres pozas de aguas termales cuya temperatura oscila entre 20 a 30 grados centígrados. “Además tenemos fauna y flora, bastantes plantas y animales” que conocer, dijo en el acto de inauguración del proyecto Adrián Nogales, director ejecutivo del Sernap, del Ministerio de Medioambiente y Agua.
“Dentro del área existen vicuñas, suri, gato andino y una variedad de aves, y no sólo se piensa en su preservación, sino también en la cría de todas esas especies”, agregó, a su turno, el director del parque, Oswaldo Aramayo.
La inversión en el proyecto asciende a 30 mil dólares. “La donación fue para acondicionar las tres pozas de aguas termales; infraestructura y equipamiento, vestuarios, mobiliario, recepción, snack y capacitación de la gente”, dijo el coordinador nacional del programa de Pequeñas Donaciones del PNUD, Rubén Salas.
El proyecto se ejecutó en etapas durante un año y medio. “Pero no termina con la inauguración, hay que capacitar a quienes manejarán el circuito”, comentó Jürgen Czerwenka, coordinador de la cooperación alemana Mapza.
Hoy, el parque es un complejo turístico gracias a la visión de la población. “Lo importante ha sido el esfuerzo de la comunidad”, señaló Yoriko Yasukawa, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia.
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