Los comunarios del municipio de Tiwanaku decidieron intervenir el Centro Arqueológico y expulsar a los técnicos de la Unidad Nacional de Arqueología (Unar), que desde el 2004 vienen realizando excavaciones en la pirámide de Akapana. La Alcaldía de esta localidad lanzó una convocatoria pública y anunció ayer que contrató a una decena de arqueólogos para que continúen con el proyecto de excavación.
“La Alcaldía ha intervenido el centro. Estábamos en plenas labores en Akapana. Despidieron a toda la gente de la Unar y ahora, sin ningún tipo de permiso, van a contratar a su gente para excavar. Prácticamente se harán obras clandestinas en el centro arqueológico más importante del país”, lamentó ayer uno de los arqueólogos de la Unar, que prefirió mantener su nombre en reserva.
El proyecto de excavación y restauración de la pirámide de Akapana (templo ceremonial tiwanakota del 1.200 aC) se inició el 2004, bajo el impulso de la Unar y con el financiamiento de la CAF y Soboce. En marzo de este año se reiniciaron los trabajos con el apoyo de la cooperación venezolana, que entregó al municipio de Tiwanaku $us 500.000. Desde entonces la municipalidad pagó a los 12 técnicos de la Unar.
Desde el 2004 se excavaron 8.000 metros cuadrados y se restauraron 3.600 metros cuadrados, según un informe de esta entidad. Entre los hallazgos más significativos están un centenar de entierros rituales, dos de ellos sólo con cabezas que podrían ser trofeos de guerra. Además de miles de cerámicas y piezas líticas talladas.
“Los comunarios dicen que ahora son autónomos. Nosotros damos por cerrado el proyecto, tras el despido de nuestros arqueólogos y nuestros conservadores”, agregó el profesional.
Consultada sobre el tema, la alcaldesa de Tiwanaku, Eulogia Quispe, señaló que “la población ha pedido que algunas personas de la Unar se retiren, porque desde la declaración (de las ruinas de Tiwanaku) de Patrimonio no ha habido ningún resultado significativo para que pueda convertirse en un destino turístico. Estaban trabajando estudiantes. Hubo un voto resolutivo de los comunarios que han pedido la renuncia de Javier Escalante (director de la Unar), Fredy Arce y Eduardo Pareja. Hemos decidido que se trabaje a la cabeza del municipio, no los estamos aislando. Ellos pueden supervisar”, dijo.
La autoridad señaló que hubo observaciones de la Unesco al trabajo de la Unar, por lo que se decidió contratar nuevos profesionales. “Hemos contratado 10 arqueólogos. En su selección estuvieron un representante de la Unesco, un arqueólogo y la junta de vecinos de Tiwanaku”, agregó.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Ministerio de Culturas, David Aruquipa, aseguró que hoy, a las 17.00, se reunirán con las autoridades de Tiwanaku para analizar el tema de las contrataciones.
“Los comunarios dicen que son autónomos. Nosotros damos por cerrado el proyecto Akapana”.
Arqueólogo de la Unar, quien pidió no mencionar su nombre.
“La Alcaldía ha intervenido el centro. Estábamos en plenas labores en Akapana. Despidieron a toda la gente de la Unar y ahora, sin ningún tipo de permiso, van a contratar a su gente para excavar. Prácticamente se harán obras clandestinas en el centro arqueológico más importante del país”, lamentó ayer uno de los arqueólogos de la Unar, que prefirió mantener su nombre en reserva.
El proyecto de excavación y restauración de la pirámide de Akapana (templo ceremonial tiwanakota del 1.200 aC) se inició el 2004, bajo el impulso de la Unar y con el financiamiento de la CAF y Soboce. En marzo de este año se reiniciaron los trabajos con el apoyo de la cooperación venezolana, que entregó al municipio de Tiwanaku $us 500.000. Desde entonces la municipalidad pagó a los 12 técnicos de la Unar.
Desde el 2004 se excavaron 8.000 metros cuadrados y se restauraron 3.600 metros cuadrados, según un informe de esta entidad. Entre los hallazgos más significativos están un centenar de entierros rituales, dos de ellos sólo con cabezas que podrían ser trofeos de guerra. Además de miles de cerámicas y piezas líticas talladas.
“Los comunarios dicen que ahora son autónomos. Nosotros damos por cerrado el proyecto, tras el despido de nuestros arqueólogos y nuestros conservadores”, agregó el profesional.
Consultada sobre el tema, la alcaldesa de Tiwanaku, Eulogia Quispe, señaló que “la población ha pedido que algunas personas de la Unar se retiren, porque desde la declaración (de las ruinas de Tiwanaku) de Patrimonio no ha habido ningún resultado significativo para que pueda convertirse en un destino turístico. Estaban trabajando estudiantes. Hubo un voto resolutivo de los comunarios que han pedido la renuncia de Javier Escalante (director de la Unar), Fredy Arce y Eduardo Pareja. Hemos decidido que se trabaje a la cabeza del municipio, no los estamos aislando. Ellos pueden supervisar”, dijo.
La autoridad señaló que hubo observaciones de la Unesco al trabajo de la Unar, por lo que se decidió contratar nuevos profesionales. “Hemos contratado 10 arqueólogos. En su selección estuvieron un representante de la Unesco, un arqueólogo y la junta de vecinos de Tiwanaku”, agregó.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Ministerio de Culturas, David Aruquipa, aseguró que hoy, a las 17.00, se reunirán con las autoridades de Tiwanaku para analizar el tema de las contrataciones.
“Los comunarios dicen que son autónomos. Nosotros damos por cerrado el proyecto Akapana”.
Arqueólogo de la Unar, quien pidió no mencionar su nombre.
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