El ajayu de Chukiyawu Marka se llama la muestra pictórica de Arturo Borda que se inaugurará el jueves 30 de julio en el Patio de Cristal del Museo Nacional de Arte (Comercio y Socabaya).
En palabras de Édgar Arandia, director de este repositorio, se trata de “la mayor exposición en muchas décadas de uno de los más grandes artistas plásticos paceños del siglo XX”.
De los más de 70 cuadros y dibujos que serán exhibidos, destacan los 51 bocetos o estudios preparatorios, y los óleos Diálogo de Cronos con la muerte y Diana cazadora, donados en abril pasado al Estado boliviano por la familia francesa Servant.
“Estas piezas —comenta Arandia— eran parte de la colección privada de esta familia que vivió hasta los años 70 en La Paz y que a través de Michel Servant fueron entregadas en calidad de donación a la embajadora de Bolivia en París, Luzmila Carpio, el 28 de abril pasado”.
Entre las “joyas” de la muestra, organizada en el marco de la agenda cultural de las fiestas julianas del Bicentenario, está el cuadro Retrato de mis padres, del cual el reconocido crítico estadounidense John Canaday dijo que es “una de las obras más significativas del arte latinoamericano”.
Arturo Borda (La Paz, 1883-1953) fue un pintor autodidacta de estilo amplio e híbrido, aunque cercano al simbolismo. Logró gran fama póstuma tanto por su talento para el pincel como por su legado literario y sus aventuras en la bohemia paceña de inicios del siglo pasado.
De los más de 70 cuadros y dibujos que serán exhibidos, destacan los 51 bocetos o estudios preparatorios, y los óleos Diálogo de Cronos con la muerte y Diana cazadora, donados en abril pasado al Estado boliviano por la familia francesa Servant.
“Estas piezas —comenta Arandia— eran parte de la colección privada de esta familia que vivió hasta los años 70 en La Paz y que a través de Michel Servant fueron entregadas en calidad de donación a la embajadora de Bolivia en París, Luzmila Carpio, el 28 de abril pasado”.
Entre las “joyas” de la muestra, organizada en el marco de la agenda cultural de las fiestas julianas del Bicentenario, está el cuadro Retrato de mis padres, del cual el reconocido crítico estadounidense John Canaday dijo que es “una de las obras más significativas del arte latinoamericano”.
Arturo Borda (La Paz, 1883-1953) fue un pintor autodidacta de estilo amplio e híbrido, aunque cercano al simbolismo. Logró gran fama póstuma tanto por su talento para el pincel como por su legado literario y sus aventuras en la bohemia paceña de inicios del siglo pasado.
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