Las obras sacras que reflejan la religiosidad de la región orureña provienen del Museo Diocesano de San Miguel.
El Espacio Simón I. Patiño y el Museo Diocesano San Miguel de Oruro inauguran hoy, a las 19.00, la muestra de arte sacro que reúne obras representativas de la religiosidad de la población orureña y del comercio devocionario que se produjo en la región entre el siglo XVI y el XX.
Entre los objetivos que tiene el Espacio Patiño está la promoción, fuera de los confines locales, de uno de los museos de arte colonial más interesantes del área andina.
Se encuentra en el barrio de la Ranchería, al norte de la ciudad de Oruro, en el interior de la iglesia de San Miguel. El ingreso al museo es gratuito, tiene una importante cantidad de cuadros coloniales, esculturas del siglo XVI y algunos elementos litúrgicos que sobrevivieron hasta nuestros días.
La edificación del museo se remonta a 1595. Es una construcción de adobe sobre planta de cruz latina y con una cubierta de par y nudillo. Posee dos retablos de estilo barroco mestizo tallados en madera de cedro, adornados con pan de oro y el único púlpito manierista que se conserva en Bolivia. Como fruto de las tareas de rescate patrimonial se han integrado a este templo un arco toral, un artesonado y un antepecho tallados.
También se exhiben obras de arte sacro rescatadas de diversas iglesias rurales del departamento de Oruro, conformando una interesante y valiosa pinacoteca en la que destacan bellos cuadros de estilo mestizo.
Es posible apreciar un conjunto de hermosas esculturas, indumentaria litúrgica, orfebrería, mobiliario e impresos de la época colonial.
En el catálogo de la exposición Oruro: Museo Diocesano San Miguel, Arte Sacro, la directora del Espacio Simón I. Patiño, Michela Pentimalli, describe que se conocerán de cerca algunas obras coloniales de indiscutible importancia artística e histórica.
“Podemos citar, entre otras, una escultura de Martínez Montañés, además de reproducciones europeas o americanas de obras de grandes maestros como Federico Barocci o Anton Van Dyck, inspiradas en grabados flamencos del siglo XVII, pinturas cuzqueñas y pinturas de un posible maestro orureño”, describe Pentimalli en la presentación del catálogo.
Al fundarse la Villa Imperial de San Felipe de Austria, San Miguel, ubicada en los arrabales, se constituyó en una de las parroquias de indios, condición que perdió en el siglo XIX, como uno de los efectos de la crisis de la minería.
En 1891, cuando la situación económica volvió a repuntar, gracias a la generosidad del minero Penny se edificó en el atrio de San Miguel el hospicio que lleva el nombre del benefactor. En 1997 se iniciaron los trabajos de restauración con recursos donados por la empresa minera Inti Raymi y el aporte de la Prefectura del departamento de Oruro.
El Espacio Simón I. Patiño y el Museo Diocesano San Miguel de Oruro inauguran hoy, a las 19.00, la muestra de arte sacro que reúne obras representativas de la religiosidad de la población orureña y del comercio devocionario que se produjo en la región entre el siglo XVI y el XX.
Entre los objetivos que tiene el Espacio Patiño está la promoción, fuera de los confines locales, de uno de los museos de arte colonial más interesantes del área andina.
Se encuentra en el barrio de la Ranchería, al norte de la ciudad de Oruro, en el interior de la iglesia de San Miguel. El ingreso al museo es gratuito, tiene una importante cantidad de cuadros coloniales, esculturas del siglo XVI y algunos elementos litúrgicos que sobrevivieron hasta nuestros días.
La edificación del museo se remonta a 1595. Es una construcción de adobe sobre planta de cruz latina y con una cubierta de par y nudillo. Posee dos retablos de estilo barroco mestizo tallados en madera de cedro, adornados con pan de oro y el único púlpito manierista que se conserva en Bolivia. Como fruto de las tareas de rescate patrimonial se han integrado a este templo un arco toral, un artesonado y un antepecho tallados.
También se exhiben obras de arte sacro rescatadas de diversas iglesias rurales del departamento de Oruro, conformando una interesante y valiosa pinacoteca en la que destacan bellos cuadros de estilo mestizo.
Es posible apreciar un conjunto de hermosas esculturas, indumentaria litúrgica, orfebrería, mobiliario e impresos de la época colonial.
En el catálogo de la exposición Oruro: Museo Diocesano San Miguel, Arte Sacro, la directora del Espacio Simón I. Patiño, Michela Pentimalli, describe que se conocerán de cerca algunas obras coloniales de indiscutible importancia artística e histórica.
“Podemos citar, entre otras, una escultura de Martínez Montañés, además de reproducciones europeas o americanas de obras de grandes maestros como Federico Barocci o Anton Van Dyck, inspiradas en grabados flamencos del siglo XVII, pinturas cuzqueñas y pinturas de un posible maestro orureño”, describe Pentimalli en la presentación del catálogo.
Al fundarse la Villa Imperial de San Felipe de Austria, San Miguel, ubicada en los arrabales, se constituyó en una de las parroquias de indios, condición que perdió en el siglo XIX, como uno de los efectos de la crisis de la minería.
En 1891, cuando la situación económica volvió a repuntar, gracias a la generosidad del minero Penny se edificó en el atrio de San Miguel el hospicio que lleva el nombre del benefactor. En 1997 se iniciaron los trabajos de restauración con recursos donados por la empresa minera Inti Raymi y el aporte de la Prefectura del departamento de Oruro.
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