Después de 12 meses de trabajo de campo y un previo diagnóstico, fue concluida la Estrategia de Desarrollo Turístico del Salar de Uyuni y las Lagunas de Colores, que impulsará un modelo de desarrollo eficiente y sostenible entre cultura y naturaleza.
“El turismo en Bolivia es un sector que cuenta con ventajas comparativas interesantes con un elevado potencial de desarrollo que puede contribuir a reducir la pobreza estructural del país”, expresó el director representante de la CAF en Bolivia, Emilio Uquillas.
La Corporación Andina de Fomento (CAF) apoyó el estudio con recursos no reembolsables solicitados por el Viceministerio de Turismo de Bolivia. La española Epypsa (Estudios, Proyectos y Planificación SA) fue la empresa ganadora de una licitación internacional para elaborar la estrategia.
Hicieron un recorrido de 5.000 kilómetros en los municipios de la Tierra de los Lípez, en Potosí, realizando pruebas de consumo de alojamiento, tours, restaurantes y levantaron un inventario de recursos y servicios actualizado, indicó el director de Turismo de Epypsa, el español Jorge Daries Olmos.
El consultor quedó fascinado con el volcán Tunupa, la espectacularidad del inmenso salar, las lagunas de colores, las formaciones rocosas que se hallan en los municipios lipeños, que incluyen a la Reserva Eduardo Abaroa. Y destacó que en el nuevo circuito turístico existen aún más lugares destacados como la Laguna Celeste, Ciudad Roma y lugares donde viven los cóndores. Y donde también abundan las vicuñas.
En base al análisis que elaboraron, “se puede estimar que el salar de Uyuni y las lagunas de colores estarían generando, el 2009, cerca de 87 millones de bolivianos ($us 12,5 millones)”, indicó Daries.
Estos datos son resultado de un levantamiento de información sobre tours que incluyen alojamiento y alimentación, estancia en hoteles de Uyuni y Tupiza, transporte ida y vuelta, otros servicios turísticos, consumos y compras de artesanía, entradas a la Isla Incahuasi y a la Reserva Eduardo Abaroa.
“Con precios más aproximados a los destinos competidores, los ingresos llegarían a los $us 19 millones anuales, un 50% más de los actuales. La conclusión es que se emplean recursos sin generar valor añadido. El reto estratégico es ‘reducir la brecha actual entre ingresos potenciales y reales’, a la vez que nos aseguramos que se preservan los recursos y se facilita la participación equitativa de las comunidades en los ingresos turísticos”, explicó Daries.
Agregó que “considerando los cambios previstos en el escenario (mejora en los accesos terrestres y aéreos) las proyecciones de la demanda que prevén duplicar el número de visitas actuales, la paulatina mejora la calidad de la oferta y la diversificación de los productos actuales, que elevarían el precio de los servicios, el destino turístico podrían generar más de $us 46 millones”.
Las principales conclusiones del diagnóstico señalan que la gestión de este destino presenta debilidades referidas a la alta concentración de las visitas a recursos concretos con impactos ambientales, mal estado de las carreteras y caminos, inexistencia de oficinas de información turística y carencia en servicios públicos de las zonas rurales.
Las soluciones en el caso de construcción de infraestructura de carreteras y de servicios básicos es de responsabilidad de municipios y departamentos.
Por el momento, comunidades, empresas, municipios están atentos a avanzar en capacitación y fortalecimiento de la oferta hotelera y de servicios existente.
Desde el 2000 han visitado este destino turístico más de 500.000 personas. Un dato interesante es que el 65% son turistas menores de 30 años con limitado poder adquisitivo.
Servicios de calidad atraen a más turistas
La estrategia participativa para atraer a más turistas a la Tierra de los Lípez propone cambiar la oferta de “vivir una aventura extrema a precios baratos” por una la opción de “disfrutar una experiencia singular con servicios de calidad”.
Sin embargo, se enfrentará al reto de que en los últimos años el precio de los servicios se ha reducido por la alta competencia entre operadores, en desmedro de la calidad que oferta a los visitantes. Y la negativa de algunos para detenerse en lugares turísticos y comunidades que están preparadas para ofrecer albergues con servicios básicos. Son obstáculos que impide atraer a segmentos de turistas de mayor capacidad adquisitiva.
La primera fase de la estrategia busca el fortalecimiento institucional y del sistema de relaciones entre los agentes; además de la puesta en marcha de un ente gestor. También se potenciarán la Oficina Regional de Turismo de Potosí y la Dirección Municipal de Turismo de Uyuni y de CITETUR.
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