Unos 30 turistas que intentaban salir de Potosí en un bus que formaba parte de la caravana de delegados regionales que se dirigía a Oruro fueron obligados ayer a detenerse y regresar a la Villa Imperial.
Según Univisión, el vehículo fue interceptado en uno de los puntos de bloqueo por mineros cooperativistas que impidieron el avance de los franceses, ingleses, españoles, peruanos y chilenos que viajaban en él.
En el motorizado iban dos policías y tres personas más, quienes se bajaron para persuadir a los trabajadores del subsuelo que les franquearan el paso, pero la multitud reaccionó con ira. Los bloqueadores amenazaron con palos y piedras a los extranjeros. El grupo emprendió el retorno cuando uno de los mineros hizo explotar un cachorro de dinamita en la carretera, a pocos metros de la parte delantera del motorizado, mientras gritaba amenazas.
Al llegar nuevamente a la Villa Imperial, los turistas se mostraron entristecidos por sentirse rehenes en la ciudad, aunque exteriorizaron su tranquilidad por encontrarse fuera del peligro vivido en la carretera que une esa ciudad con la región de Sucre.
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