Patrimonio: Aunque el repositorio se inauguró hace ocho meses, hasta la fecha no permite el ingreso al público. En la construcción se invirtieron más de 800.000 dólares.
El hijo del creador del Museo Histórico Minero Diego Huallpa, Jorge Villanueva, solicitó al Ministerio de Culturas la intervención del repositorio que fue construido en el interior del Cerro Rico de Potosí, debido a las irregularidades en su funcionamiento.
A pesar de su inauguración hace ocho meses —en noviembre de 2009—, éste aún no abrió sus puertas para el público. Hace dos meses se licitó la administración del repositorio mediante la modalidad de alquiler. Sin embargo, está adjudicación, que fue publicada en las páginas del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), quedó desierta.
En una carta enviada la anterior semana a la Unidad de Museos del Ministerio de Culturas, Jorge Villanueva, el hijo del minero Víctor Villanueva, creador del centro cultural, denunció la inexistencia de una empresa o institución que se haga cargo de su administración.
Además dijo que aún faltan recursos para concluir la infraestructura a pesar de que en 23 años se desembolsaron más de 800.000 dólares provenientes de la cooperación internacional. “Lo que nosotros, un grupo de potosinos honestos, pedimos es que se realice una auditoría, porque la obra permanece inconclusa, inclusive falta la construcción de oficinas”.
El museo fue inaugurado el 27 de noviembre de 2009. Fue construido en un socavón de 857 metros de profundidad en la mina Pailaviri del Cerro Rico de Potosí, y actualmente cuenta con 22 salas.
En él se exponen la historia y la evolución de la minería boliviana desde la época de la Colonia hasta la actualidad. El museo lleva el nombre del indígena que descubrió la primera veta de plata en la montaña, Diego Huallpa.
El principal impulsor del repositorio fue Víctor Villanueva (fallecido), un minero que empezó a gestar el proyecto en 1975. Desde esa fecha reunió, por iniciativa propia, decenas de piezas de perforación, indumentarias de mineros y otros objetos.
En una entrevista con La Prensa, Jorge Villanueva explicó que la idea de crear un museo dentro el Cerro Rico
—declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad— por la Organización de las Naciones Unidas Para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) nació como una alternativa turística ante el temor de que un día se acaben los minerales. “Mi padre, trabajador de interior mina, hizo un bosquejo del proyecto, el cual fue presentado al Instituto Boliviano de Turismo en 1986, el cual fue aprobado como proyecto y respaldado por la Organización Mundial de Turismo (OMT)”.
Villanueva consiguió el financiamiento en 1985. Estos recursos fueron proporcionados por instituciones como la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la UNESCO y la Cooperación Española.
El denunciante dijo que la inversión de casi un millón de dólares puede justificarse por la dificultad que representa el trabajo de obras civiles en interior mina. A esto se suma el hecho de que el proyecto pasó por diversas administraciones como la Alcaldía y la Prefectura. Posteriormente, fue derivado nuevamente al municipio potosino. Después, la Presidencia de la Fundación Diego Huallpa recayó en René Joaquino y luego a otras personas.
Entre 2008 y 2009, el proyecto recibió 90.000 dólares provenientes del BID, con una contraparte de 10.000 dólares del gobierno municipal, que permitió implementar algunas salas. Villanueva sostiene que a la hora de adquirir algunos objetos, no se tomaron en cuenta las condiciones climáticas del Cerro, y a la fecha, los artículos de cuero y de lana se han deteriorado.
Una funcionaria del Ministerio de Culturas, quien no quiso identificarse, dijo que la solicitud será analizada, pero reiteró que estos predios nunca fueron administrados por ese despacho. “El Ministerio va a ver qué se va hacer. Es probable que se envíe una misión para verificar cómo están las cosas”.
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