Dos cerros le dan forma a un “dragón dormido” que recibe a los visitantes a la entrada a la provincia Camacho, siendo el primer atractivo que se observa al ingresar a esta provincia, por el camino carretero y la vía fluvial del Lago Titicaca.
Julio Yujra Amaraza, asambleísta departamental por territorio representante de la provincia Camacho, manifestó que “esta maravilla natural se encuentra al ingresar al municipio de Carabuco y está ubicado a orillas del Lago Titicaca permitiendo una vista maravillosa al horizonte acuático”.
“El Dragón Dormido representa una época de encanto vivida hace muchos años en la que el pueblo originario de los Huaychos tuvo su apogeo”, comentó.
“Dragón Dormido es sólo el seudónimo que se le dio a este cerro debido a su forma, pero su nombre real es Quilima”, aclaró.
LEYENDAS
Los pobladores de Carabuco aseguran que no se tienen datos concretos respecto al origen de estos montes, pero que sí muchas leyendas rodean su estructura.
Una de ellas dice que un animal milenario habría caído en el lugar para obtener un descanso reparador y recuperar fuerzas pero que no volvió a levantarse. Posteriormente, en su lomo creció la distinta vegetación que aún se mantiene en el lugar.
Otra indica que este “Dragón Dormido” habría atacado a los pobladores del lugar sin descanso hasta que un cazador acabó con su vida para evitar un daño mayor.
Por otra parte, una tercera afirma que este cerro era usado para diferentes sacrificios en veneración a deidades de la época colonial. Esta creencia se basa en el hecho de que en la cima del Dragón Dormido se tiene una vista directa hacia el Illimani por lo que se le harían sacrificios a este imponente nevado.
Lo que sí es seguro es que este cerro marca el inicio de un circuito turístico en la provincia Camacho, donde se puede observar la iglesia Colonial de Carabuco, se puede disfrutar de las aguas termales de Totorani, Mocomoco y Chaguaya junto al puerto internacional de esta localidad.
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