María Auxiliadora, templo al estilo neoclásico fusionado con toques tiwanacotas es uno de los tesoros arquitectónicos de La Paz.
Ubicada al final de El Prado paceño a pocos pasos de la plaza del Estudiante, la Basílica de María Auxiliadora es un recinto de oración, paz y tranquilidad, al que miles de personas asisten a refugiarse para solicitar o agradecer dones sagrados o sólo para tomar decisiones en su interior.
Fundada en 1896 por los salesianos e inaugurada el 27 de mayo de 1928, es un tributo a la virgen María Auxiliadora.
CARACTERÍSTICAS
La característica fundamental de esta basílica es la paz que logra sentirse en su interior, el silencio rebosa dentro de ella dando tranquilidad a los visitantes quienes, concentrados en lo suyo, se arrodillan, se levantan o tan sólo se sientan en señal de respeto a las imágenes de los santos ubicadas en el lugar.
Los feligreses asistentes a este Santuario califican la parroquia como una obra original, “difícilmente se encontrará un templo de estas características porque en toda la estructura exterior no hay una sola línea curva”.
Según catalogación del arte arquitectónico, pertenece al estilo Neoclásico.
Otra de las características que destacan los mencionados son sus arcos en ángulos escalonados, que dan a entender a los visitantes un origen arquitectónico de la cultura tiwanacota e incaica debido a los elementos que contiene.
RECORRIDO
Para ingresar a la imponente estructura, se debe pasar por medio de un portón de gran dimensión que es abierto en misas dominicales para permitir el tránsito de una mayor cantidad de personas.
Para los días laborales se tienen dos ingresos menores a ambos costados por los que la gente puede ingresar o salir por dos portones rotatorios en cada lado.
A la izquierda se tiene en primera instancia la imagen de la virgen María Auxiliadora, la más visitada, a sus pies un reclinatorio junto a velas que se iluminan con ofrecer una moneda.
Continuando por el sector izquierdo se tiene la imagen de Santo Domingo Savio, patrón de los jóvenes, luego un confesionario junto a la Madre Teresa de Calcuta.
Adelante en el altar mayor y en lo más alto, la imagen principal de la Virgen, a su derecha un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y a su izquierda un vitral con las letras JHS.
De vuelta por el sector contrario, encontramos primero a San Juan Bosco, San Antonio de Padua, otro confesionario, la virgen de Cotoca y cerca de la entrada la Santísima Cruz.
Todos los santos están rodeados de vitrales y columnas que adornan la infraestructura y engalanan la vista de los visitantes.
Gracias a una promoción que conseguí en despegar pude ir unos días a La Paz y fui a esa basilica. Es impresionante y uno se queda sin palabras al ver todo eso y al ver la energía que transmite. Recomiendo a todos ir.
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