El techo del Museo Lítico de Tiwanaku es precario frente a la época de lluvias, lo que pone en riesgo el patrimonio cultural arqueológico existente en sus salas. El municipio local no puede intervenir y tampoco el Estado mientras continúen las investigaciones sobre las irregularidades identificadas en la construcción del repositorio.
El director de la Unidad de Arqueología y Museos (Udam) del Ministerio de Culturas, José Luis Paz, reveló que el municipio de Tiwanaku cuenta con un presupuesto asignado para el cambio del techo del repositorio, “pero mientras continúen las investigaciones de la Fiscalía no se puede intervenir en la infraestructura”.
En noviembre de 2010, los representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), cuando visitaron el sitio ceremonial prehispánico, recomendaron que se realice un inventario de los objetos líticos para su resguardo y preservación adecuada. Pese a que los expertos de la Unesco se informaron sobre las investigaciones referidas a la construcción del museo, sugirieron una pronta intervención al repositorio para la protección de las piezas líticas, a las que calificaron como una de las colecciones más representativas de la cultura tiwanacota.
Los vecinos de la localidad denunciaron que los monumentos del sitio arqueológico no tienen una adecuada protección para su conservación y que el agua acumulada por las persistentes lluvias puede remojar la superficie de los terrenos de las edificaciones ceremoniales de Tiwanaku.
El juicio a la empresa RAH Gómez, que construyó el Museo Lítico en diferentes etapas, se encuentra en la Fiscalía de Guaqui y aún no se cumplió la inspección a la infraestructura que tiene el techo afectado. En su interior se encuentran piezas de piedra finamente talladas y elaboradas hace miles de años.
Uno de los monumentos más importantes que sobresale del repositorio es el monolito Bennett. La escultura lítica más grande que tallaron los tiwanacotas puede ser afectada por la humedad que se identificó en su base. El monolito Bennett fue trasladado de la plaza Tejada Sorzano, en Miraflores de la hoyada paceña, hasta Tiwanaku supuestamente para una mejor conservación.
SÓLO CON DOS FUNCIONARIOS
“La Unidad de Arqueología y Museos del Ministerio de Culturas sólo cuenta con dos funcionarios y sólo cumplen con trabajos administrativos”, explicó Paz.
La autoridad anunció que se completará el personal a través a una convocatoria pública que tiene previsto publicarse dentro de dos semanas.
El funcionario, que trabajó también con el municipio de Tiwanaku en 2010, comentó que una gran parte de los monumentos arqueológicos ceremoniales carece de un sistema de drenaje, por lo que el agua de las lluvias puede acumularse y remojar los suelos.
Sobre la intervención al Museo Lítico, anunció que ya no es posible cambiar el techo porque ya comenzó la época de lluvias.
Mientras tanto, el agua y la humedad continuarán afectando al repositorio que guarda los vestigios de piedra de una de las civilizaciones andinas que desarrolló la ciencia y el arte hace miles de años.
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