La Iglesia Catedral: 321 años de historia religiosa

La Iglesia Catedral es uno de los primeros templos católicos de nuestra ciudad. Actualmente este edificio histórico-arquitectónico tiene 321 años y urge la necesidad de una restauración para preservarlo en el tiempo.

Según cuenta la historia, narrada por el párroco de la Iglesia Catedral, Wilfredo Villa Martínez, los fundadores de la Iglesia Catedral fueron los padres Jesuitas, reconocidos históricamente como la Compañía de Jesús. Los jesuitas en 1960 pidieron apoyo al primer marqués de Tojo, Juan José Fernández Campero y Herrera para trasladarse desde Tucumán hasta la Villa de San Bernardo, hoy Tarija.

Los Jesuitas fueron expulsados de sus territorios en 1967 por órdenes de la corona española. Los Jesuitas dejaron muchas obras inconclusas y esto se puede ver claramente en el interior mismo del templo de hoy. Luego se hicieron cargo del templo los padres franciscanos, por ser más numerosos, posteriormente los padres claretianos y en estas últimas décadas los padres diocesanos.

Es importante dar a conocer que tras la llegada de los Jesuitas a Tarija (1960), año que se considera como su fundación. El Colegio Jesuítico estaba ubicado en los predios del actual Colegio Nacional San Luís y el templo en el lugar actual. La fundación se realizó en un terreno amplio donado por el marqués, Juan José Fernández Campero y Herrera, que abarcaba lo que son hoy las calles Ingavi, Saracho, 15 de Abril y Campero. Además de dicha donación él y su esposa apoyaron económicamente para la construcción del mismo templo.

El templo actual no fue la primera Iglesia Matriz. La Iglesia Matriz, estaba ubicada en la plaza principal y estaba dedicada a la Inmaculada Concepción, se inició su construcción luego de la fundación de la Villa de San Bernardo en 1574 y era atendida por los padres dominicos, quienes hicieron parte de este gran acontecimiento mediante el padre Francisco Sedeño, quien llegó a Tarija juntamente con la expedición del capitán Luis de Fuentes.

Transcurrido el tiempo, el templo de la plaza principal, ubicado entre lo que es hoy el Comité Cívico y la Gobernación de Tarija, se deterioró y fue derrumbado a finales de 1800, luego de ser expulsados también los padres dominicos, agustinos y parte de los franciscanos de Tarija, en el cumplimiento de órdenes ejecutado por el general Francisco Burdet O’Connor hacia 1870.

Luego de este hecho lamentable para la historia religiosa y patrimonial, el templo actual (Catedral) pasó a ser la Iglesia Matriz, que hasta ese entonces era una simple parroquia dedicada a San Bernardo, aunque ya desde hace mucho tiempo servía de auxiliar de la anterior.

Con motivo de celebrar el primer Centenario de la República, el 11 de noviembre de 1924 Pío XI mediante bula papal instituyó a Tarija como Diócesis, juntamente con Potosí y Oruro. El 17 de noviembre se da a conocer el nombre del primer obispo mediante Decreto Pontificio, a Monseñor Ramón María Font, con residencia y sede en la ciudad de Tarija, elevando al mismo tiempo a dignidad de Catedral su Iglesia Matriz, conservando como titular a su patrono San Bernardo Abad. Hecho que tuvo efecto a partir del 15 de marzo de 1925, llegando recién Monseñor Font a Tarija el 8 de abril.

La Catedral de Tarija fue declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación mediante Ley Nº 2852, el 27 de septiembre de 2004, siendo presidente de la República Carlos D. Mesa Gisbert.

Modificaciones realizadas hasta hoy

El templo a lo largo de más de 300 años de historia ha sufrido varios cambios en el tema estructural, sobre todo del frontis; primero éste fue de adobe, luego de ladrillo, su atrio cerrado con verjas, tenía un estilo netamente barroco en su interior y colonial en lo exterior.

Desde su origen tuvo dos torres, con tres naves; una central y dos laterales, sobre la base de arcos de medio punto. Luego el frontis fue cambiado de arco de medio punto a triangular, remplazando la imagen del centro de San Bernardo por una cruz como se lo puede apreciar actualmente.

El último cambio más significativo se produjo en los 1944-1945, revistiéndose el frontis con piedra, quitando las verjas del atrio y remplazando el techo de teja por calamina, cambiando de esta manera su estilo barroco-colonial a romántico-republicano.

Posteriormente, con la forma litúrgica de la iglesia impulsada por el Vaticano II, en la década de 1970, se introdujeron varios cambios al interior del mismo; dejando sin uso el coro, el púlpito, suprimiendo los altares menores, poniendo al centro presbiterio, un altar nuevo de piedra y ya no de madera tallada como lo era antes, quitando el que estaba unido al retablo principal, cambiando el mismo retablo principal por otro más simple y readecuado, introduciendo vitrales con imágenes evangélicas en los ventanales.

Entre diciembre de 2008 y marzo 2009 se restauró los ventanales en las dos torres, las torres en su parte interna, los vitrales principales, una de las sacristías, el presbiterio y el coro dándole nuevamente uso a partir del 1 de marzo de 2009, primer domingo de cuaresma.

Infraestructura actual

Actualmente la iglesia Matriz o Catedral afronta varios desafíos y necesidades como la urgente restauración, conservación y proyección total de este edificio histórico y arquitectónico; desde sus cimientos, su estructura, el techo que está totalmente desgastado, su aspecto interior, la creación de un archivo, de un museo y otros. En concreto tienen serios problemas y necesidades puesto que se trata de un edificio patrimonial.

(RECUADRO)

BIOGRAFIA

Bernardo nació en Francia en 1090, en el castillo de Fontaine. Fue el tercero de siete hermanos y desde muy joven quiso ser monje, vocación que influenció grandemente en toda su familia.

Llegó al monasterio de Citeaux alrededor de 1112. Una vez hecho monje, la fama de las cualidades y poderes del santo eran tan grandes que los príncipes acudían a su arbitraje y los obispos le consultaban los asuntos más importantes de la iglesia y se atenían con respecto a sus opiniones y decisiones. Su concejo era para los Papas, uno de los principales apoyos de la Iglesia.

Llegó a llamársele “El Oráculo de la Cristiandad”, porque Bernardo no era únicamente un fundador de monasterios, un teólogo y un predicador, sino también un reformador y un defensor y fiel servidor de la Iglesia.

Bernardo murió a los 63 años, el 20 de agosto de 1153. Fue canonizado en 1174 y proclamado Doctor de la Iglesia en 1830.