Pucarani, Puerto Pérez y Tito Yupanqui promocionan la nueva ruta, habilitada el 2010, porque “ofrece nuevos paisajes”, según el alcalde de Pucarani, Félix Espinoza.
“El camino está alejado de la ruta original y no hay tráfico vehicular. Los fieles podrán visitar los Caminos del Inca, los Chullpares de Cascachi, Chijiri y Yaniel y las islas flotantes en Quehuaya, los farallones de rocas de cerca de 30 metros”, dice. El trayecto toma al menos 24 horas menos que el tradicional y demanda de los peregrinos el emplear botes a fin de atravesar las islas Suriqui, Taquiri e Isicachi para llegar al Santuario. Por el camino antiguo, los feligreses llegan a destino en 72 horas.
Cada año, miles de peregrinos inician el recorrido al Santuario desde El Alto, pasando por Patamanta, Batallas, Huarina, Huatajata, Compi y el estrecho de Tiquina. “Esta ruta, que se realiza tradicionalmente cada año, es, en efecto, más larga (139 km) e implica un mayor sacrificio y un mayor esfuerzo físico. Ésa es, precisamente, la ofrenda de los fieles a la Virgen de Copacabana para que ella les conceda una petición o en agradecimiento por un deseo cumplido”, asegura, en defensa de este circuito, el representante del municipio de Huarina y ex asambleísta de la provincia Omasuyos, Gregorio Mamani.
Mamani hace notar que la organización que aglutina a los lancheros de San Pedro de Tiquina reemplazó los muelles para dar mayor seguridad a los visitantes. Los antiguos tenían 20 años y eran usados a diario. Se trata de tres muelles de madera instalados a orillas del lago Titicaca.
De hecho, quienes optaran por ir por la ruta nueva deberán, como el resto, iniciar la caminata en El Alto, pero a la altura del cruce a Pucarani deben adentrarse en ese municipio y de allí seguir por Iquiaca, Aygachi, Cumana, Cohana, además de las islas de Suriqui, Taquiri e Isicachi. Luego se pasa por Santiago de Ojje y el municipio Tito Yupanqui hasta el Santuario. En Aygachi, la parroquia de la Inmaculada Concepción (inaugurada en 1999) aguardará a los fieles. En Suriqui se podrá conocer el Museo Artesanal o a los constructores de balsas de totora.
En ambas rutas, los habitantes de las comunidades ofertarán diferentes servicios, como alimentos, alojamiento e implementos. Mamani afirmó que si los tres municipios no dejan sin efecto la nueva ruta “vamos a bloquearla mañana (hoy) porque afectan directamente nuestros ingresos”.
Acto de fe
Hugo Trujillo
‘Peregrinar es un acto de ofrenda’
En el mundo judío, las peregrinaciones se realizaban a Jerusalén por los lugares que habían recorrido la Virgen María, los apóstoles y Jesucristo durante la pasión. La peregrinación a Copacabana tiene un sentido más de petición o de agradecimiento. Muchos jóvenes se dirigen al Santuario con el objetivo de pedirle un favor como que le ayude a concluir sus estudios. Incluso, en el mes de noviembre se efectúa otra peregrinación hacia Copacabana como agradecimiento por el deseo concedido. Los adultos se dirigen para pedir salud para su familia o para alguien.
También realizan la caminata como una ofrenda para que la Virgen interceda ante Dios y le conceda lo que está pidiendo. La peregrinación se puede realizar de diferentes formas, puede ser en silencio para meditar, cantando, rezando el rosario y meditando el vía crucis. Es un momento para reflexionar, evaluar tu vida y entrar en una relación con Dios. El sentido de la peregrinación es el de sacrificarse un poco porque al caminar te salen ampollas, tienes hambre y por qué no entregarle esa ofrenda a la Virgen.
Hugo Trujillo es canciller
del Arzobispado de La Paz.
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