El convento de Santa Teresa se encuentra situado en el centro histórico de la ciudad, fue construido a inicios del año 1.760 bajo la orden de los Sacerdotes Jesuitas, paredes gruesas, pisos de piedra, arquitectura medieval; caracterizan el lugar sacro construido en 6.000 metros cuadrados que constituyen uno de los atractivos turísticos más representativos de la Iglesia Católica.
Un toque colonial, místico, acompañado de mucha espiritualidad, caracterizan el lugar donde actualmente viven las hermanas de la orden Carmelitas Descalzas, devotas de Santa Teresa de Jesús, religiosa doctora de la Iglesia Católica de nacionalidad española que se destacó por su desprendimiento espiritual asimilando en vida las enseñanzas de Jesucristo convirtiéndose en notable escritora.
“La pobreza, la soledad y el silencio caracterizan a la orden que al interior del monasterio reflexiona sobre el misterio de la salvación consumado por la muerte de nuestro Señor Jesucristo y su resurrección, las hermanas que viven en claustro entran a y nunca más salen; desde aquí oran por la salvación del mundo y meditan en los designios de Dios” relata el padre Leonardo Castro, sacerdote del templo.
El lugar es considerado una reliquia colonial, por sus características de construcción y riqueza en sus paredes, cuadros y ambientes, donde se observan imágenes del año 1.700 propias de los Jesuitas que llegaron al país a predicar el evangelio de Jesucristo.
“Muchos de los cuadros fueron pintados en óleo, con pinturas naturales, reflejan los misterios de la Iglesia que evangelizó en su llegada a la Colonia. Los santos fueron personas como Santa Teresa que en vida comprendieron el misterio de la salvación, su fe en Dios era profunda y su nivel espiritual llegó a diferenciarlos del común de las personas. La Iglesia Católica acostumbra celebrar el día de su muerte porque pasaron a la vida espiritual y no así el día de su nacimiento” nos explica el Sacerdote.
En 1900 la Iglesia Católica, inicia los trabajos de restauración del lugar que al ingreso presenta el templo de la Virgen del Carmen, posteriormente se advierte un patio central y varios ambientes destinados a la oración y vivienda de las monjas.
“Evidentemente hubieron trabajos de restauración que buscaron mantener su riqueza y características coloniales reflejadas en las paredes pintadas con aceites naturales, el techo, las piedras, la construcción se deterioró con el tiempo, gracias a los arreglos realizados aún se conserva” afirma.
Es el Concejo Municipal mediante ordenanza que el año pasado, instruye la apertura del convento como una de los atractivos turísticos sacros más importantes y significativos de Cochabamba.
“Esperamos que mucha gente visite el museo, gracias al apoyo del Arzobispado que nos permite ingresar en un lugar sagrado, una iniciativa de nuestros concejales que se hace realidad, además permite que no sólo los cochabambinos sino todas las personas en general visiten y sepan su historia” dijo la entonces Presidenta del órgano deliberante, Ninoska Lazarte.
Miembros de la Iglesia Católica, también destacan la importancia espiritual histórica del lugar, considerado un ambiente de oración y recogimiento espiritual.
“Nuestro convento es una reliquia arquitectónica, pocas personas pueden decir que han tenido el privilegio de disfrutar de cada detalle que encontramos al interior, los cuadros, las imágenes de los santos, es un lugar especial con un alto nivel espiritual, el silencio nos ayuda a comprender muchas cosas” relata el Padre Paulino Andia, miembro del Arzobispado.
El convento de Santa Teresa, es en la actualidad un monasterio claustro histórico que representa uno de los más grandes baluartes de la Iglesia Católica, sus ambientes rústicos, la presencia de monjas que oran en silencio por la salvación del mundo y las réplicas pintadas en las paredes de manera natural, hacen del lugar todo un atractivo turístico.
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