Ofrecer un espacio para la intimidad a precios módicos ya no es suficiente en el competitivo negocio del "amor discreto", las ofertas y el marketing, además de la diversidad y la calidad de atención, son necesarios para atraer a los usuarios de este servicio.
Algunas infraestructuras que han sido diseñadas en el centro de la ciudad para funcionar como moteles, pero con el nombre de residenciales, también se han consolidado en el mercado.
Residenciales. La cadena Mimos, un residencial conocido en la urbe por lo céntrico de su ubicación y lo módico de sus precios, se vale de una campaña de marketing electrónico con mensajes subliminales para la pareja, incluso los días jueves brinda transporte gratuito para sus clientes hasta cualquiera de sus dependencias. Lo interesante de este negocio es que ofrece habitaciones con diferentes temáticas, simulando playas, vehículos, tubos para danza, entre otros atractivos que motivan el instinto de los visitantes.
Los precios de este tipo de negocios varían de acuerdo a los días y el estilo de habitación que se solicite. En Mimos, por ejemplo de domingo a jueves los costos son menores en relación a los del viernes y sábado. Durante estos días los precios oscilan entre 120 y 180 bolivianos por ocupación, mientras que entre el fin de semana los costos suben de 150 a 280 bolivianos.
Moteles. Al menos unos 50 moteles legalmente establecidos funcionan en la ciudad, según una fuente relacionada al rubro.
Solo Suites es un motel que ofrece servicio de bar, karaoke, restaurante, sauna y un "sex shop", en un ambiente discreto.
Tiene 14 años en el mercado y uno de sus administradores define al rubro como "un buen generador de ingresos económicos".
De un tiempo a esta parte, la construcción de estos locales se incrementó y aunque existen residenciales y alojamientos que compiten con estos establecimientos, no significa una disminución en la afluencia de sus clientes.
Afluencia y precios. Generalmente, la concurrencia de clientes oscila entre 30 a 40 por día.
Las temporadas baja de afluencia son los meses de febrero, marzo y abril. Así también los horarios de mayor ocupación son fuera de horarios de oficina, antes de las 8.00 de la mañana, al mediodía y por la noche máximo hasta las 23.00.
El costo por dos horas de un motel de clase A, como Solo Suites por ejemplo oscila entre 75 y 85 bolivianos.
En el motel Vip's, que tiene alrededor de 11 años en el mercado, según el responsable de esta empresa, Salvador Talamás, la afluencia diaria bordea los 30 clientes.
Adicional al uso de la habitación tiene sauna, masajes. "Nos caracterizamos por ofrecer al cliente la mejor higiene y una atención personalizada, pero muy discreta", señaló Talamás.
Licencias. La Alcaldía realiza operativos de forma periódica para controlar esta actividad. Semanalmente se recorre un Distrito para verificar que se cumpla con las licencias y las exigencias legales.
"En casos de incumplimiento se notifica a los propietarios para que se presenten con su documentación, pero son pocos los casos que no tienen sus documentos al día", señaló el director del departamento de Fiscalización y Autorizaciones de Espacios Públicos y Espectáculos de la Alcaldía, David Méndez.
Los requisitos para instalar un establecimiento de este rubro, incluyen una ficha ambiental, inspección del pozo de agua (si lo tiene), licencia de funcionamiento y permiso para el expendio de bebidas alcohólicas. La ordenanza 036/2001 estipula, además, que los nuevos locales deben estar en áreas de uso mixto y a más de 200 metros de escuelas, instalaciones policiales y militares.
Evolución del negocio
En la década de los '80 surgieron los primeros establecimientos o moteles que impusieron una nueva tendencia que ofrecía lujo y calidad en su atención.
280 Bolivianos
Puede costar una noche en un residencial adaptado sólo para encuentros íntimos.
50 Moteles
Aproximadamente son los que operan en la actualidad en Santa Cruz de clase 'A'.
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