Es impresionante la biodiversidad y la cantidad de sitios de belleza natural en una extensión relativamente pequeña”, dice el experto brasileño Arsildo Strauss al empezar a describir las vivencias de su visita a Santiago de Chiquitos y sus alrededores. Y eso es mucho decir viniendo de un doctor en agricultura y gestión ambiental que tiene amplia experiencia en el manejo de suelos de la Amazonia de Brasil.
Strauss hizo un recorrido por la zona de San José, el santuario de Chochís, las aguas termales de Aguas Calientes, el Valle de Tucabaca, las formaciones rocosas de Santiago de Chiquitos y otros lugares. “Las piedras talladas por el viento parecen ciudades antiguas que se detuvieron en el tiempo”, relata, y aclara que el paisaje místico no es lo único que ofrece la región.
La variedad de plantas medicinales, por ejemplo, representan una riqueza muy grande que apenas está siendo explotada por la gente del lugar. Sin embargo, ya existe una asociación de mujeres que comercializa remedios caseros en pequeña escala. Lo propio se puede decir de los que aprovechan las frutas nativas en jugos, conservas y otros productos que son promocionados como beneficiosos para la salud por no contener agroquímicos.
“Todo esto es un buen comienzo”, dice Strauss, “pero queda por organizar la producción de lo que la región puede ofrecer al turista y mejorar los servicios”. En el contexto global, el experto brasileño recomienda regularizar y normar el acceso a todos los atractivos turísticos, y capacitar a la gente del lugar de manera que la riqueza natural se convierta en una actividad lucrativa, generadora de empleos y sostenible en el tiempo.
Sin salir de su asombro, Strauss elogia las bondades curativas de las aguas termales de Aguas Calientes, la paz que infunde la observación del Valle de Tucabaca, la experiencia única de apreciar plantas endémicas, la majestuosidad de torres rocosas como la del Santuario de Chochís. “Claro que es un spa natural; la belleza estimula mucho, eleva la autoestima y las ganas de vivir”, afirma.
Se estima que la industria turística chiquitana se verá potenciada una vez se finalice la carretera Santa Cruz-Puerto Suárez, último tramo del corredor bioceánico. A mayor afluencia de turistas habrá mayores exigencias en calidad de servicios y accesos, lo que hará necesario tomar mayores recaudos para proteger el medio ambiente que, como muchos, es bastante frágil. Strauss sintetiza las asignaturas pendientes con una frase: “Hay que organizarse antes de que el caos consumista atropelle a todos”.
Las iniciativas van por buen camino. Se está avanzando en el desarrollo del turismo con la realización de talleres productivos por parte de diferentes organizaciones. Incluso, la Fundación de Exalumnos de Santiago de Chiquitos (Fundesanch) ha encargado al propio Strauss la elaboración de propuestas de capacitación para impartir en varias instituciones chiquitanas donde sus afiliados son conscientes del valor del paraíso natural en el que viven y trabajan.
Arsildo Strauss
Experto brasileño en agricultura y gestión ambiental. Ha obtenido maestrías y doctorados en universidades de Moscú y Brasil en los campos de tecnologías de gestión ambiental, factores naturales en la formación de suelos, manejo y conservación de éstos, impactos ambientales de las inversiones agropecuarias en la Amazonia. Ha ocupado importantes cargos en instituciones públicas y privadas.
Ha trabajado en el levantamiento cartográfico de suelos en el ámbito del proyecto de desarrollo rural integrado del estado de Amazonas, Brasil. Cuenta con amplia experiencia en investigación de propiedades nutricionales y
curativas de plantas.
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