Jafar Hassani Azami no sólo administra el hospital que su país, Irán, construyó en la ciudad de El Alto para atender a la población de escasos recursos, sino también es un experimentado montañista que el 24 de julio coronó la cima del Illimani.
Azami, en su condición de jefe de equipo, escaló el nevado paceño, uno de las más difíciles del mundo, junto a otros maestros del alpinismo como Ali Reza Shelkhnejad y Abolhasan Karimi Yaddi.
De Irán, uno de los países más montañosos del mundo, al Illimani boliviano, el equipo de escaladores vino con un mensaje de “paz, justicia y libertad”.
“Queríamos acercar a Bolivia con Irán con un mensaje de paz, que es lo más importante de esta experiencia”, señaló Azani.
De acuerdo con el embajador de la República Islámica de Irán en Bolivia, Alíreza Ghezíli, los escaladores Azami, Shelkhnejad y Karimi Yaddi conforman el primer equipo de alta montaña que visita Bolivia.
“Y espero que esta primera experiencia sea la apertura a nuevas expediciones en el futuro”, señaló el diplomático.
El nevado del Illimani, con 6.462 metros de altura, es la montaña que adorna el horizonte de la ciudad de La Paz y es la de mayor altura de la Cordillera Real.
La cumbre más alta de Bolivia es el Sajama, pero ésta se encuentra sobre la Cordillera Occidental, otro cordón montañoso de Bolivia.
El equipo iraní, con el apoyo de guías bolivianos, escaló el macizo de más de ocho kilómetros de longitud y cuatro cumbres que sobrepasan los 6.000 metros sobre el nivel del mar en tan sólo dos días.
RECONOCIMIENTO
“El Illimani es una de las montañas más difíciles del mundo para escalar y hacerlo en dos días es una verdadera hazaña”, aseguró el presidente de la Federación Boliviana de Ski y Andinismo, Juan de Dios Guevara.
Guevara fue quien entregó el viernes a los tres escaladores los certificados que acreditan la colosal proeza.
Según Guevara, para escalar el nevado se requiere una óptima aclimatación, lo cual los tres montañistas iraníes lograron sin problemas, porque en la historia de los ascensos al Illimani se conocen varias tragedias de personas que han resbalado más arriba del campamento Nido de Cóndores en las empinadas pendientes del hielo cristal.
Uno de los escaladores contó que cuando coronaron el macizo de hielo, por breves segundos pudieron observar “el altiplano paceño, el lago Titicaca y el Sajama”.
Ascender el Illimani es, según los escaladores iraníes, una sensación indescriptible que permite disfrutar de inigualables paisajes naturales, contrastes, ecosistemas y nieves eternas.
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