Muchas veces escuchamos la frase: “tiene algo especial, raro...pero no se qué es...” y quizas esta frase hacía referencia a la famosa calle Linares, que no tendría tanta connotación si no albergara en sí a la “calle de las brujas”, atractiva no solo por su gran colorido sino también por la mezcla de aromas que despide y los curiosos y fluorescentes amuletos y “mesas” que se encuentran al paso del transeúnte; su atractivo turístico es único, porque además conecta con la calle Sagárnaga y la Iglesia de San Francisco en cuyos alrededores se exhiben artesanías típicas y es parada obligatoria para cualquier extranjero. Ya sea que se trate de magia blanca o negra, lo cierto es que la energía que este lugar desprende es mistiscismo puro.
La historia del misticismo
Para David Mendoza Salazar, sociólogo investigador, “la calle de las brujas…” es un mercado mágico donde se puede adquirir todo tipo de amuletos y filtros mágicos para remediar los males, así como para ayudar a retener a la persona amada, hierbas ó semillas que curan o protegen de los malos espíritus.
Nadie sabe con exactitud cómo y cuándo empezó la característica de esta calle, sin embargo, de acuerdo a las investigaciones que realizó David, las raíces datan de antes de 1940, aunque al principio sólo se dedicaban a la venta de plantas medicinales, elementos para ofrendar a la “Pachamama” (Madre Tierra) y los Yatiris quienes leían la suerte en hojas de coca, ahora el sector se convirtió en uno donde abundan todo tipo de artesanías.
Como nadie encontraba un nombre específico para todo lo que allí se encontraba, optaron por denominarla “calle de las brujas” relacionando un poco a la jerga de los españoles, aunque de acuerdo a nuestro investigador lo ideal hubiera sido llamarla “calle de las ilusiones” o de la “esperanza” pues a la fecha un sin número de personas la visitan queriendo encontrar alguna solución a sus problemas.
Esas calles que ahora son conocidas como la Mariscal Santa Cruz, Linares y Sagárnaga, tenían otros nombres, eran los famosos “K’atus ó los k’olla k’epiris k’atus” porque los campesinos de esa época llegaban cargando las medicinas a la espalda, igual como lo hacían a los tambos que se encontraban en esa zona.
El dato
Curiosamente uno los amuletos más solicitados es el “warmi munachi”, (la imagen de una pareja que está en pleno acto sexual), estos son requeridos por las mujeres que quieren atraer el amor de un varón, los hombres que requieran este mismo amuleto deberán preguntar por el “chacha munachi”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario