Un 19 de septiembre de 2008 oriundos del Valle de la Concepción de Tarija, tomaron la iniciativa de crear un espacio para los aventurados y amantes de la naturaleza. Es así que nace “La Heredad de Jacob”, un lugar acogedor para propios y extraños.
Miguel Pastrana Sánchez junto a su familia son los propietarios de “La Heredad de Jacob”. La familia Pastrana decidió apostar por el turismo aprovechando los paisajes naturales que ofrece el lugar, pues sólo fue necesario acondicionar el espacio al esplendor del sol y bajo el techo que forman los molles y algarrobos.
El paisaje del lugar brindó todas las condiciones necesarias para convertirse en un balneario turístico natural, a diferencia de otros centros turísticos. Los visitantes que llegan al lugar pueden disfrutar de ríos cristalinos, de una vegetación que empieza a retoñar, tras el crudo invierno vivido.
Según el propietario, muchos de los visitantes que llegan al lugar, lo calificaron como un paraíso escondido. Éste calificativo se lo ganó por contar con todos los complementos necesarios para que el visitante disfrute de la naturaleza y de los paisajes que ofrece la campiña tarijeña.
Pero una de las peculiaridades pocas veces vista en los centros turísticos es que estos preserven las tradiciones de los chapacos. “La Heredad de Jacob” es una de ellas, cuyo lugar cuenta con mesas, sillas, taburetes y otros adornos que son netamente construidos en base a la tala de los árboles, lo cual le da un toque único para que el visitante se sienta a gusto disfrutando de un ambiente rústico y criollo, pues lugares como éste son desplazados por lujosos y costosos mobiliarios.
En particular los días sábados están destinados para que grupos de amigos y familias asistan al lugar y puedan cocinar a gusto, ya que allí se tienen parrillas de diferentes tamaños.
El visitante además de disfrutar de un paraíso escondido a orillas del río Camacho, los días domingos podrá degustar de la gastronomía criolla (chancho a la olla, sopa de maní, picante de gallina y las deliciosas chirriadas del lugar), con la peculiaridad de que todos son preparados en ollas de barro y cocidos al calor de los troncos de leña, pues se dice que la comida adquiere un sabor incomparable.
Éste próximo 17 de septiembre “La Heredad de Jacob” cumplirá su tercer aniversario. Los propietarios preparan actividades.
“A lo criollo la gente de la ciudad y otros visitantes del interior le dan mucho valor, pues le servimos en platos de barro, palo y en ocasiones dejamos que ellos se sirvan a gusto y la gente lo aprecia mucho” indicó.
Los familiares que apoyan con el servicio siempre visten atuendos típicos de la región, ya que su objetivo es rescatar las costumbres y tradiciones que de a poco se van perdiendo.
El sitio también cuenta con una piscina para los que temen meterse al río grande de Camacho, además de duchas, baños y espacios deportivos, pero otro de los servicios que ofrece son espacios ideales para acampar.
El costo de acceso al lugar es de tres bolivianos, pero al margen de ello, los visitantes se encuentran en completa seguridad, puesto que existe un control minucioso en la venta y consumo de bebidas alcohólicas, ya que el lugar es un centro de convivencia pacífica.
El lugar se encuentra ubicado a 5 kilómetros y medio del Valle de la Concepción, camino a Chocloca, en la comunidad de Saladillo. El visitante podrá identificar el sitio con sólo mirar unos palos que se encuentran a la orilla del camino, pero que lo dirigen al paraíso escondido. Aquellas personas que no pueden llegar al paraíso escondido los fines de semana, también pueden hacerlo de lunes a viernes, previa reserva al (74525081).
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