sábado, 3 de septiembre de 2011

Cabalgatas al Illimani, para vivir la magia del nevado

Hablar de la ciudad de La Paz y no pensar inmediatamente en el Illimani es prácticamente imposible. El nevado es el emblema y el guardián de esta ciudad. Su imagen más fuerte.

Se lo suele contemplar de lejos, en primer plano y a media distancia, desde muchos puntos de la ciudad. Sin embargo, casi nadie va hasta el nevado para verlo de cerca.

Los turistas hacen excursiones al lago Titicaca, al Valle de la Luna o a los Yungas, pero son pocos los que van hasta las faldas del Illimani para verlo desde una perspectiva distinta e impactante.

El Club Hípico La Herradura busca subsanar esta falencia y ofrece excursiones a caballo hasta las faldas del Illimani. La cabalgata dura tres días y los jinetes van acompañados por un equipo de apoyo conformado por un cocinero- garzón, un caballerizo y un folklorista.

La excursión se inicia en Huancarani, Río Abajo; se sale de la sede del club hípico -que cuenta además con un pequeño hotel- para llegar hasta el pueblo de Huayuyo al caer la noche.

Para cualquier problema o contratiempo que se pueda presentarse con los caballos es que en la delegación va un experto caballerizo, acompañado de un garzón-cocinero y el cantante y folklorista Carlos Avril, que van al campamento en una vagoneta a esperar a los excursionistas.

En la noche, al calor de una fogata, Avril saca su guitarra e interpreta zambas argentinas y también canciones bolivianas para entretener a los turistas.

Naturaleza e historia

Al segundo día, la cabalgata sigue hasta Cebollullo, al pie del Illimani, que hasta el final de la excursión sirve de sede para los diversos paseos diseñados para disfrutar al máximo de la belleza y majestuosidad del paisaje.

Los colores del atardecer en esta recóndita región ofrecen una experiencia que el visitante no olvidará jamás.

“Acampamos junto a una vieja iglesia que aún queda en este poblado”, explica Julio Angueira, un argentino que llegó a Bolivia hace cerca de 30 años y que fundó el club hípico hace 11.

Según cuenta, en Cebollullo está la hacienda que perteneció a José Ballivián, que gobernó Bolivia a mediados del siglo XIX y que acogió al político y escritor argentino Bartolomé Mitre entre 1847 y 1848, antes de que éste se convierta en Presidente de su país en 1862.

“Fue aquí en Bolivia, en la hacienda del general Ballivián, al pie del cerro, donde Mitre escribió su famosa novela Soledad”, relata el anfitrión.

Luego de tres días de aventura, se inicia el retorno.

Según el fundador de La Herradura, este paseo de tres días y dos noches -que tiene un costo de 200 dólares por persona- rara vez es emprendido por bolivianos. “Por lo general son extranjeros los que se animan, pero también han venido parejas, en las que una de las partes era boliviana y hacía la cabalgata de tres días para que su acompañante pueda conocer y disfrutar de Bolivia”.

“Lo que los bolivianos sí hacen -explica Angueira- es recorrer todo el camino en un día, pues no es necesario tomarse tres días”. También se pueden alquilar los caballos por horas o ir al Illimani sin caballerizo, todo depende del gusto y las posibilidades del cliente.

Pero el Illimani no es el único destino que ofrece el Club Hípico La Herradura. Hay paseos a diferentes lugares. Se puede ir al lago Titicaca o a otros sitios. “No hay problema, se cargan los caballos en un automóvil especial y se los lleva a donde sea necesario”, dice el dueño del club.

Turismo VIP

“Hay gente que viene exclusivamente a montar caballo y a hacer este tipo de paseos. Es un segemento de turismo VIP que nosotros tratamos de tomar”, dice Angueira.

“Hay gente que se dedica a recorrer el mundo a caballo. Viajan, por ejemplo a Arabia y a muchos otros países. Generalmente son europeos o estadounidenses los que vienen” , comenta.

Pero no solamente en La Paz se llevan a cabo este tipo de paseos a caballo, sino también en Santa Cruz. “Muchos turistas tienen el deseo de montar en la selva. “Esa gente se va al oriente. Tenemos algunos convenios con clubes que ofrecen este servicio en Santa Cruz y mandamos allá a muchos turistas”, afirma.

La idea de Angueira, además de promover el turismo a partir de las caminatas a caballo, es ampliar las actividades ecuestres de su club. El amor a los caballos es una herencia que Julio Angueira recibió de su padre y que cultiva desde los cinco años.

“Soy gaucho y soy hijo de gaucho. Monto desde los cinco años. Cuando era chico llevábamos las vacas con los caballos de un campo a otro, en ese tiempo no había cercos”, recuerda este cordobés que ha hecho de Bolivia una segunda patria.

Paseos y carreras
Presupuesto El precio de un paseo a caballo al Illimani de dos días y tres noches es de 200 dólares por persona.


Paseo corto Es posible hacer la excursión al cerro en un solo día. En ese caso el precio es menor.


Hípico El Club La Herradura promueve además carreras de Endurance, en las que la participación es abierta.




Angueira: “El deporte ecuestre debe ser para todos”
Página Siete/ La Paz

Además de los paseos a caballo, el Club Hípico La Herradura organiza eventos ecuestres que se llevan a cabo en Río Abajo. La idea de su propietario, Julio Angueira, es “democratizar” el deporte ecuestre.

Para él, el Endurance, una competencia de resistencia en la que se recorren 25, 40, 120 y hasta 160 kilómetros por día, es un tipo de carrera más democrático porque se pueden presentar jinetes de todas las categorías con “cualquier tipo de caballo”.

En Bolivia hasta ahora se han hecho carreras de 25 kilómetros y en algunos casos hasta de 40. “Generalmente se va al trote, es una carrera de inteligencia. El jinete tiene un diálogo permanente con el caballo, va regulando la fuerza del animal de acuerdo con su capacidad y resistencia”, afirma.

Sin embargo, en La Paz el terreno es demasiado duro como para hacer este tipo de carreras en distancias mayores. “Para este tipo de competencias son mejores los terrenos de Santa Cruz, Beni y sobre todo de Cobija”, explica Angueira.

Pero como una forma de hacer del deporte ecuestre un asunto más democrático, la idea de los socios del Club La Herradura es hacer espectáculos de salto en la vía pública, en Río Abajo, para que la genta pueda participar.

“Queremos hacer salto en las calles. En Río Abajo queremos hacerlo sobre el río, preparar todo porque el río en invierno se seca y donde hay un hilito de agua hay la posibilidad de crear un obstáculo”, concluye.

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