El sacerdote Gabriel Antequera Lavayen, tras ser nombrado como párroco de la Capilla Sixtina de Curahuara de Carangas, se propuso dos retos: Restaurar el recinto católico y motivar el retorno de los feligreses, habiendo logrado que a través de la cultura, resurja la fe en ellos.
El reto según el sacerdote, fue planteado el mismo día que fue presentado como párroco de la capilla que se encuentra en jurisdicción del departamento de Oruro, al encontrar una capilla hermosa y descuidada y por otra parte ver que sólo dos a tres personas componían la iglesia.
A partir de este hecho, socializó a la población que tener una iglesia hermosa pero vacía no era óptimo, lo que permitió que los devotos vuelvan y que domingo a domingo la capilla sea visitada hasta llenar los ambientes.
Una vez cumplido este reto, logró que a través de la Embajada de Alemania, se emprendan dos fases para mejorar los ambientes; en primer lugar con la instalación de un nuevo sistema de energía eléctrica y la refacción de los muros externos del templo.
La segunda fase comprende el cambio de la paja del techo, la remodelación del retablo y de la pintura mural que se encuentra en la parte posterior de la imagen pictórica que data del siglo dieciocho.
Todo este trabajo que no fue nada fácil según el sacerdote, fue una acción en la que intervinieron muchas personas entre ellas profesionales, militares, autoridades del Concejo Municipal y el pueblo en su conjunto, además del apoyo del embajador de Alemania, Philipp Schauer, que desde el momento que conoció la joya oculta de Curahuara de Carangas, como la describe el padre Antequera, no dudó de apoyar su iniciativa.
La restauración del templo, se inició con la ayuda de la Embajada de Alemania desde el 2008, un año antes de la celebración de los 400 años de su construcción, implementando la iluminación y la restauración externa de los muros.
Posteriormente el embajador de Alemania consultó si había algo más en que apoyar al mejoramiento del templo, lo que motivó a padre Gabriel Antequera solicitar al ex director del Museo de Arte Sacro, padre Bernardo Gantier, un proyecto de restauración del retablo.
Aprobada la restauración del retablo se solicitó la posibilidad de restaurar la pintura del mural que se encuentra detrás con figuras importantes de la Iglesia que datan del siglo dieciocho, por ser distinta a las demás y al parecer fueron realizadas por especialistas.
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