La Paz Cultural y fiestera

La Paz, tiene una variada oferta de entretenimiento. En el día, los visitantes pueden visitar los museos y paseos turísticos cercanos a la ciudad; durante la noche las peñas, bares y discotecas compiten por ofrecer los mejores servicios a los paceños y turistas, no por nada ha sido elegida el 2009, entre las ciudades más fiesteras del mundo por la guía de turismo internacional Lonely Planet.

Red de museos. Son más de una veintena de museos que existen en La Paz que muestran gran parte de la historia de la república pero también diferentes aspectos de las culturas de la región.

Entre los más visitados está el Museo de Metales Preciosos Precolombinos que está en la calle Jaén. El lugar conserva adornos y utensilios elaborados hace más de 3 mil años. Muchas de sus piezas tienen un valor incalculable. La sala de oro es la que más llama la atención con sus anillos, diademas, collares y máscaras que se exhiben.

Está también el museo de Tiahuanacu que fue fundado en 1922 y que tiene piezas míticas, de cerámica y muchos otros objetos de esta milenaria cultura.

No hay que olvidarse del museo Litoral, enfocado a la guerra del Pacífico con Chile. Exhibe trofeos de guerra, implementos bélicos rescatados en el campo de batalla y una mapoteca.

La lista de museos en la sede de Gobierno es amplia, otros museos que se pueden mencionar son el Costumbrista, de la Revolución Nacional, de Etnografía y Folklore, de Historia Natural, el Histórico Militar y el de la Coca, entre otros tantos.

Noche de talla mundial. En el 2009, una publicación de la guía de viajes internacional Lonely Planet catalogó a La Paz, como la sexta ciudad más fiestera del mundo. La publicación destaca que la ciudad tiene "barras de categoría mundial, cafeterías y peñas folklóricas son algunas de las ofertas". La misma publicación recomienda comprar hierbas tradicionales aymaras en el Mercado de la Brujas para evitar resacas o espíritus molestosos.

Las dos zonas principales para salir son Sopocachi, alrededor de la Plaza Avaroa, y las calles alrededor de la Plaza San Francisco. La primera atrae a los lugareños, mientras a la segunda suelen acudir los visitantes de la ciudad.

El arte de la naturaleza. A solo 15 kilómetros de la ciudad está el Valle de la Luna que ofrece un paisaje diferente a lo que la gente está acostumbrada a ver.

A lo largo de los años, la erosión de una montaña ha logrado formar un conjunto de formaciones pétreas, que dan al visitante la sensación de haber descubierto un mundo desconocido. Un verdadero y casi real "paisaje lunar". La Muela del Diablo y el Valle de las Ánimas son otros lugares muy visitados.

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