Samaipata, Tiwanaku, Sucre, el Cerro Rico y las Misiones de Chiquitos son los lugares que más atención requieren. Sin embargo, la autoridad manifestó que son el sitio arqueológico de Tiwanaku y el Cerro Rico los que presentan más retos y polémica.
En el caso de Tiwanaku, Groux informó sobre el nombramiento de un director del sitio arqueológico. Los requisitos para la convocatoria se definirán mañana, cuando se reunirán los miembros del Centro de Investigación Antropológica Arqueológica y Administrativa de Tiwanaku (CIAAAT). “El cargo es una figura novedosa que facilitará el manejo del complejo y nos ayudará a atender temas como la situación de los museos y la falta de servicios turísticos y culturales”, dijo.
En el encuentro se analizará también lo avanzado en el Plan de Manejo del sitio, aspecto requerido por la Unesco.
La autoridad hizo hincapié en la importancia de unir la conservación de los espacios con la promoción y administración turística. “En Bolivia, ambos factores tienen una relación accidental. Debemos trabajar para que se conviertan en una fuente de ingresos”. Citó el caso de las misiones jesuíticas de Santa Cruz. En estas poblaciones, la cooperación internacional trabaja en el mantenimiento de las iglesias y talleres de restauración. El ministerio analiza planes para impulsar este destino a fin de atraer más turismo.
También en Santa Cruz está Samaipata. Este complejo prehispánico sufre daños por la humedad del ambiente. Groux indicó que se financiará, con recursos de la cooperación española, trabajos de restauración de la piedra.
Sobre el Cerro Rico, Groux adelantó que se confirmará el contrato con la empresa minera Manquiri, la que comprometió su ayuda para la refacción de bocaminas. “El cerro es una mina muy importante, social, cultural y económicamente. Y lo que más nos interesa es garantizar la seguridad de los trabajadores”.
El problema en la ciudad de Sucre se centra en las nuevas construcciones que afectan el aspecto colonial de la urbe. “Ésta es una temática que debemos tratar ,asegurarnos de que no se pierda el aspecto que le valió el título de Patrimonio de la Humanidad”.
Inmaterial. En marzo del año pasado, el Estado boliviano envió a la Unesco tres carpetas postulando como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad la fiesta moxeña Ichapekene, Alasita y la ritualidad del Ekeko de La Paz, y la danza del Pujllay y Ayarichi de la cultura Yampara de Chuquisaca.
“Hubo problemas sobre la selección, ya que la Unesco pidió que cada país elija las propuestas más importantes. Bolivia rechazó esta posición debido a nuestra multiculturalidad”, reveló Groux. Los resultados de las gestiones se darán a conocer en noviembre.
Samaipata
Humedad
La piedras están cubiertas de moho y desgastadas por el clima de la zona.
Sucre
Urbanismo
Nuevas construcciones contaminan la ciudad destacada por su aspecto colonial.
Potosí
Minería
La continua explotación delCerro Rico ha provocado grandes sifonamientos en la cumbre.
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