Un nuevo descubrimiento pone a Bolivia en lo más alto de la paleontología en Sudamérica. Tras seis años de una investigación, se estableció que en Toro Toro (norte de Potosí) existen huellas de un dromeosáurido (carnívoro bípedo) que habitó esa parte del país hace 70 millones de años.
Un equipo conformado por paleontólogos bolivianos y argentinos, encabezados por del doctor Sebastián Apesteguía, estudiaron minuciosamente las huellas encontradas en Toro Toro el año 2006 y demostraron científicamente que corresponden a un dinosaurio del tipo dromeosáurido.
Este reptil, que se calcula que medía aproximadamente dos metros de longitud y un metro de altura, se caracterizaba por tener una filosa garra, parecida a una hoz, ubicada en uno de los dedos de sus patas, la que utilizaba para cazar a sus presas.
El dromeosáurido era carnívoro, una de sus peculiaridades era la velocidad con la que podía movilizarse, el ataque a sus presas no era de manera individual, sino más bien grupal.
Las últimas reconstrucciones sobre la morfología de estos animales muestran a un dinosaurio con el cuerpo completamente emplumado, no es de extrañar que, en algunas investigaciones, se mencione a esta especie como antecesora de las aves actuales.
De acuerdo con los resultados de la investigación, en Toro Toro se encontraron diez huellas del dromeo- sáurido, ubicadas en planchones cercanos a esa población potosina. Cada uno de los rastros tiene una dimensión promedio de 22 centímetros de largo y 15,9 cm de ancho.
Apesteguía, en su informe presentado a la revista científica argentina Ameghiniana, describe que cada pata tenía tres dedos, el del medio se caracterizaba por ser el más grande, mientras que el segundo era más corto y el tercero era el que poseía la filosa garra en forma de una hoz.
Sin embargo, en las huellas encontradas en Toro Toro no se registra el tercer dedo, precisamente porque este dinosaurio lo tenía suspendido, debido a la garra para cazar.
Estas nuevas huellas certificadas son las únicas de su especie halladas en Sudamérica. Anteriormente, en Argentina se identificaron huesos de este animal, lo que permitió establecer su forma y tamaño. Ahora, el descubrimiento realizado en Toro Toro permite conocer el comportamiento de estos animales cazadores.
La investigación comenzó el año 2006, cuando Apesteguía, junto con Giovanni Ríos Cordero, presidente de la Fosilbol, organismo vinculado a los estudios paleontológicos, y el investigador chuquisaqueño, Omar Medina, se trasladaron hasta Toro Toro.
Una vez en el lugar, este equipo observó numerosas variedades de rastros, pertenecientes a dinosaurios terópodos (bípedos carnívoros), saurópodos (cuadrúpedos cuellos largos), anquilosaurios (cuadrúpedos acorazados) y, en particular, las huellas del dromeosáurido.
Llamó la atención de los investigadores la rareza de esos rastros. “Para mí, fue la primera vez que las vi e, inmediatamente, Sebastián decidió tomar un molde en yeso de la huella. Ese material fue llevado a Argentina y después de seis años se confirmó que se trataba de un dromeosáurido. Para ello, se incorporó al equipo la reconocida paleontóloga Silvina de Valais”, manifestó Medina.
Yacimiento. El Parque Nacional de Toro Toro se encuentra al norte del departamento de Potosí, provincia Charcas y su “puerta de ingreso” es la ciudad de Cochabamba, porque sólo les separan 138 km de distancia.
Al lugar se puede acceder vía terrestre por el camino empedrado Cochabamba-Cliza-Ansaldo-La Viña-Toro Toro. Este recorrido demanda unas cuatro horas porque la ruta es empinada. Otra forma de llegar es por vía aérea porque también posee una pista de aterrizaje.
El área de Toro Toro es conocida como el ayllu Turu Turu Pampa (planicie de barro traducido al castellano).
En temporada de lluvias, acceder al lugar es muy difícil, precisamente porque el terreno es inestable y accidentado. Étnicamente corresponde a la gran región de Sierra Andina del Norte Potosí.
Referencias sobre el parque
El Parque Nacional Toro Toro fue creado mediante DS 22269 del 26-07-1989 y Ley 1370 del 13-11-1992.
Ocupa la región de Valles Secos Mesotérmicos del Norte de Potosí. La región es típicamente montañosa con profundos cañones, valles y caídas de agua.
Se caracteriza por su belleza escénica. Asimismo se hallan huellas de dinosaurios y zonas con abundantes fósiles. Por otro lado, el parque alberga sitios arqueológicos.
En la cantera hay 2.000 pisadas de dinosaurios
Según las investigaciones, en el Parque Nacional de Toro Toro existen alrededor de 2.000 pisadas de dinosaurios, entre ellos los saurópodos, anquilosaurios, terópodos y dromeosáuridos.
En el parque, considerado el más pequeño de Bolivia (166 km2), se hallan yacimientos pa- leontológicos con una incalculable riqueza, ya que se encontraron más de diez zonas paleontológicas, entre las que se destaca el cementerio de tortugas de Molle Cancha, que tiene una antigüedad de 50 millones de años.
Esta cantera se consolida con nuevas especies de fauna y flora, después de la extinción de los dinosaurios, dando paso a la era de los primeros mamíferos. Esta área potosina es conocida por poseer las cavernas más profundas del territorio nacional.
Por su profundidad, la de Umajalanta se convirtió en un gran atractivo turístico, porque en el lugar existen peces ciegos, debido a la total ausencia de luz en el interior de las cavernas.
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