El sacrificio de haber construido una posada turística al borde del lago Uru Uru por los productores piscícolas, fue motivo para que delincuentes se den a la tarea de destrozar una obra que iba no solo en beneficio de los pescadores, sino de toda la comunidad.
En el lugar se pudo observar que los malhechores destrozaron los ventanales, sacaron todas las puertas de la posada; en los baños sacaron los lavamanos y los inodoros; mientras que en la cocina se llevaron el lavaplatos, cables de energía eléctrica y el tanque de agua potable que estaba en el techo del mencionado lugar turístico.
ALCALDE
El alcalde de Quitaya, Néstor Blanco Ignacio denunció ayer a LA PATRIA que su espacio turístico haya sufrido un atentado por desconocidos delincuentes.
"Nos ha costado mucho dinero, nosotros hemos puesto dinero y mano de obra, hemos traído adobe desde lejos. El Gobernador (Santos Tito) y la Alcaldesa (Rossío Pimentel) no hacen nada, han venido de inspección, han visto la situación de los ambientes que poco a poco se están deteriorando, pero no han hecho nada", manifestó.
El representante de Quitaya dijo que la posada turística se construyó con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La mano de obra fue colocada por los comunarios del lugar, que trabajaron con mucho sacrificio.
"Se han entrado los ladrones llevándose todo nuestro trabajo, ninguna autoridad hace nada. Lo único que pedimos a las autoridades es que nos colaboren con el financiamiento para la conclusión de esta posada, lo cual puede generar un movimiento económico y el lugar se convierta en un centro de turismo", señaló.
"Se ha mandado notas a la Alcaldía, Gobernación y nadie hace nada, no tenemos respuesta. La obra tiene más de 5 años, nosotros estamos dispuestos a colaborar con mano de obra, no contamos con recursos y solicitamos la ayuda a las autoridades", reiteró.
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