La Ciudad de Buenos Aires promueve el turismo matrimonial, a partir de una resolución que permite a los extranjeros, heterosexuales y homosexuales, casarse en su paso por la capital argentina.
El jueves, el gobierno de la capital dispuso que “los extranjeros que lleguen al país en forma transitoria podrán contraer matrimonio con personas de diferente o igual sexo dentro de los cinco días de solicitado al Registro Civil, precisando un domicilio real precario de referencia”. La nueva norma fue adoptada por orden por el alcalde Mauricio Macri y firmada por el subsecretario de Justicia de la capital, Javier Buján.
Está decisión es novedosa, dado que en 2009 Macri había aceptado una decisión judicial que frenaba un matrimonio gay en la ciudad, por lo que la pareja en cuestión debió casarse en la provincia de Tierra del Fuego, donde sí estaba permitido.
En julio de 2010, a instancias del Gobierno de Cristina Fernández, Argentina aprobó en el Parlamento el matrimonio igualitario y se convirtió en el primer país de América Latina en legalizarlo. Este hecho abrió la posibilidad de que parejas gays de otros países decidieran realizar su boda en el país. La normativa de la ciudad hace que esta realidad sea más factible, dado que en sólo cinco días pueden tramitar el pedido y casarse.
La semana pasada el gobernador Daniel Scioli autorizó el matrimonio en la ciudad de La Plata de una australiana y un alemán, donde no hay legislaciones aún, sólo un proyecto que se encuentra en la legislatura local.
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