Historia. La construcción de la Casa de la Moneda en Potosí se había convertido prácticamente en una necesidad por el auge que comenzó a vivir esta ciudad por la extracción de plata en el Cerro Rico, el crecimiento poblacional, la expansión del comercio y la falta de circulante en el continente.
En 1572, el virrey Toledo llevó adelante la construcción de la primer Casa de la Moneda y tres años después, apenas concluida, comenzó con la acuñación de monedas. Luego de 150 años la corona española decidió construir una segunda Casa de la Moneda (actual) para enfrentar la crisis que veía el reino.
Así, el rey envía al arquitecto Salvador de Villa para encarar este proyecto, que se inició entre 1759 y 1773.
Villa era de los más renombrados, ya había construido la Casa de la Moneda en México y en Perú.
Los atractivos. Este histórico edificio está construido en un terreno de 7.570 metros cuadrados y su superficie construida es de 15 mil metros cuadrados. Tiene cinco patios y 200 ambientes.
Los hornos, troqueles, cuños y maquinaria de laminación con grandes engranajes traídos desde España son lo que más llama la atención en esta edificación colonial que acuñó la última moneda para el país en 1951 y dejó de funcionar dos años más tarde.
La Casa de la Moneda se ha convertido en un museo que conserva en sus ambientes verdaderas expresiones artísticas históricas. Desde la presidencia de Hernán Siles Suazo se comenzó a reunir pinturas del período colonial, esculturas, muebles, trajes regionales, tejidos y obviamente existe también una colección de monedas metálicas y en papel.
Mercado minero. Un recorrido a los socavones mineros es indispensable para conocer de dónde se sacaba la materia prima para elaborar las monedas que se distribuyeron en todo el imperio español.
Así también, es importante la visita al mercado minero donde se puede encontrar desde la indispensable coca hasta cartuchos de dinamita para explotar la mina.
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