domingo, 20 de mayo de 2012

La hora del turismo religioso

Brasil está interesado en explotar el potencial turístico de la Chiquitania boliviana. Pretende, a través de un proyecto de turismo religioso, unir el "Camino de la Fe" entre ambos países para generar un movimiento económico de más de un millón de dólares mensuales con el ingreso de unas 1.000 personas en este período. Desde Ladário se buscará insertar caravanas de diversas partes del vecino país en una periódica peregrinación religiosa, aprovechando la diversidad ecológica y cultural en estas regiones.

Ladário es un municipio brasileño del estado de Mato Grosso do Sul. Está ubicado en las orillas del río Paraguay, zona del Pantanal y concentra el 60% de las actividades mineras del estado. Por políticas gubernamentales y para preservar el medio ambiente, esta zona dejó de explotar intensivamente la pesca. Las autoridades buscan ahora otras alternativas económicas y esperan desarrollar segmentos del denominado "turismo sustentable" para estra región. Uno de los pilares del proyecto apunta a desarrollar la tradición religiosa, tomando en cuenta el contexto histórico, cultural y natural, entre otros.

Las alcaldías de Corumbá y Ládario, en Brasil, y la Fundación Hombre y Naturaleza, en Bolivia, aguardan una reunión con las autoridades del ramo turístico en Bolivia y también con el Vicariato de la Iglesia católica para poner en marcha el proyecto.

En enraizamiento católico. Según el turismólogo y asesor de la Prefectura Municipal de Ladario, Generson Clay Giordano, el 70% de la población brasileña profesa la religión católica. Este factor, dice, puede ser aprovechado para desarrollar el turismo.

Ya se ha pensado, incluso, en algunas rutas posibles, como las que se observa en el mapa. Se contempla, por ejemplo, una visita hasta San Javier, para que los brasileños conozcan ese hito turístico y religioso del país. El camino también se puede recorrer en el otro sentido y, así, los turistas bolivianos podrían conocer el atractivo turístico del territorio brasileño.

Los sitios turísticos que se incluyan en los paquetes ofrecidos a los visitantes tendrán una simbología que los identifique: hoteles, transporte, agencias de turismo y restaurant, entre otros, para que se asegure calidad, seguridad y, sobre todo, precios justos. Los impulsores de este proyecto esperan arrancar con las primeras visitas en el mes de agosto o septiembre.

Se estima que la inversión económica de cada turista será de al menos unos 2.500 reales, lo que significan unos 1.250 dólares, solo desde Ládario hasta San Ignacio de Velasco. Mensualmente, estiman, se generaría un movimiento económico de 1,2 millones de dólares.

Apoyo y difusión. Este proyecto cuenta con la venia de la Embajada brasileña y la Iglesia Católica, así como de la Fundación Hombre y Naturaleza. Pedro Flores, representante de esta última organización, dijo que el hombre puede vivir sin hacer daño al medio ambiente, y el turismo religioso apunta a contemplar también la belleza de las reservas naturales.

"Es importante enseñarle al dueño de los sitios turísticos que cuidar a un animal o conservar un árbol le significa un ingreso", indicó.

La Pastoral Social es una de las entidades que apoyará la difusión del proyecto en unas 55 mil iglesias a nivel mundial.

Historias de fe. Los circuitos turísticos religiosos tienen como principal objetivo conocer las historias de fe de los lugares a visitar. Cada pueblo tiene una festividad patronal y una historia de milagros y peregrinación. A estos elementos se suma el disfrute de la belleza ecológica del Pantanal.

Atractivos. En la Chiquitania el turismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos, que además ha mejorado la infraestructura. Destacan la riqueza cultural del recorrido misional y los festivales de música barroca. Existen además numerosos atractivos naturales, como ríos, lagunas, aguas termales, cavernas y cataratas.

A finales del siglo XVII comenzó la creación de las misiones jesuitas en el territorio boliviano. Primero se fundó la Misión de San Francisco Xavier, en 1691, luego la Misión de San Rafael, en 1696. Posteriormente, en 1698, la Misión de San José. La Misión de San Juan Bautista data de 1699 y la Misión de Concepción de 1709. La Misión San Ignacio de Zamucos fue creada en 1724 y abandonada en 1745. Posteriormente se fundaron la Misión de San Ignacio en 1748, la Misión de Santiago en 1754, y finalmente la Misión de Santa Ana en 1755.

En el lado brasilero están la iglesia de Aparecida, Belém do Pará, Ouro Preto e Diamantino, Juazeiro do Norte y Salvador. Juntas, esas y otras 300 ciudades generan cerca de $us 39 billones del PIB brasilero.

En Ladário la fiesta de Nuestra Señora de los Remédios, que acontece cada 24 de octubre, es la mayor celebración de Mato Grosso do Sul. Reúne cerca de 5 mil personas en una semana de fiesta. En la festividad de San Juan, se lleva en hombros al santo hasta el río Paraguay para bañarse junto al patrono. Se hace sólo en la ciudad de Corumbá y Ladário.

En 2010 la fe movió 6,6 millones de brasileros hasta otros estados, un 3,6% de los 186 millones de viajes domésticos registradas por el Ministerio de Turismo. A Brasil llegaron de otros países 250 mil fieles, 0,5% de los 5,1 millones de turistas extranjeros registrados ese año.

"'Este proyecto nació de la necesidad de crear nuevas alternativas. Por eso se quiere integrar Ladário y las Misiones'.

Generson Clay Giordano
Ladario

"'La humanidad puede generar recursos económicos cuidando su fauna y flora para recibir el turismo'.

Pedro Flores
Fundación Hombre Naturaleza

Punto de vista

Carlos Hugo Molina
Director del Cepad

Es necesario integrar bolivia en una ruta religiosa

Este tipo de rutas devocionales tienen una mezcla de religiosidad y cultura,y se han desarrollado en el Paraguay y el norte de Argentina. Países como Bolivia, que ha trabajado en un proceso para recuperar un concepto integral, tienen que ser incluidos en una ruta internacional.

Cuando se concluya la carretera Biocéanica, no hay duda que los brasileños van a entrar a conocernos de manera abrupta por los puntos de acceso de Roboré, Santiago y otros.

El Pantanal es un potencial para ofrecer turismo ecológico y además, las Misiones aportan a los brasileños un elemento de naturaleza cultural al que hay que añadirle gastronomía y paisajismo que ellos no tienen. Esta ruta religiosa de integrar situaciones relacionadas con la fe, en todos los lugares del mundo, tiene un valor importante y las posibilidades de integrar a este circuito la zona chiquitana sería extraordinario.

No solo es positivo y posible realizar esta integración, sino que es necesario, porque eso obligaría a utilizar la potencialidad existente. Y es que se ha trabajado bastante en el área chiquitana desde 2006, con la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad y como destino turístico internacional.

Hay dos destinos que son apoyados por el Gobierno que son el Salar de Uyuni y las Misiones Jesuíticas.

Se ha trabajado para fortalecer la capacidad de los hoteles y la calidad de los servicios. Es un circuito que tiene las capacidades instaladas para recibir más turistas.

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