El esplendor arquitectónico de lo que fue el palacio de la máxima autoridad judicial y administrativa de la Colonia en lo que fue el Alto Perú, la Real Audiencia de Charcas, con sede en La Plata (hoy Sucre), continúa en pie, esplendoroso, gracias a que fue cuidadosamente restaurado y readecuado para que albergue al hotel Parador Santa María La Real.
Luis Rodríguez Calvo y Sandra Pascual Ávila se encargaron de que esta casa señorial del siglo XVIII no se quede en simple recuerdo y todavía pueda lucir su marco de ingreso de piedra, sus balcones, su patio rojo óxido con columnas y capiteles de madera, su Salón de los Oidores, sus pasajes subterráneos de cal y canto, sus muebles de bronce y más.
La hotelería es un atractivo nicho de inversión en Sucre y los inmuebles históricos con aire colonial y republicano son un anzuelo para el turismo. Más aún, con ello este rubro se ha convertido en custodio de buena parte del patrimonio arquitectónico del Centro Histórico de la capital del país, que fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, en 1991.
Tambos. El historiador chuquisaqueño Fernando Suárez Saavedra señala que los tambos incaicos fueron los sitios de hospedaje pioneros, antes del arribo de los españoles; en ellos, los chasquis o mensajeros se alimentaban y abastecían de productos para su travesía. Espacios que fueron emulados por los ibéricos en las ciudades, como posadas o mesones para comerciantes.
Ya en la era republicana, añade Suárez, las casas señoriales fueron convertidas en hoteles. El primero se inauguró en 1850 y se llamaba Hotel, a secas. “Hasta 1900 habían cinco de primer nivel, con administradores o chefs franceses. Luego vino su decadencia, pero desde los años 40 resurgieron, la mayoría en inmuebles con rasgos coloniales o republicanos”.
La presidenta de la Cámara Hotelera de Sucre, María Teresa Molina, comenta que ante la falta de proyectos industriales y productivos, el turismo se torna en la única perspectiva de negocios para las inversiones. Y afirma que de los 60 centros legales de hospedaje en la urbe, 15 son hoteles, 22 son hostales y 23, alojamientos y residenciales.
Entre los hoteles, 80% se halla en el Centro Histórico y ocupa casas señoriales, al igual que 50% de los hostales y un 30% de los alojamientos y residenciales. “Es una forma de preservarlos porque sino su destino era convertirse en conventillos, para que se deterioren y corran el riesgo de desaparecer. Así, la hotelería también hace un rescate del patrimonio”.
Erland Ovando Leitón, coordinador del Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre, asevera que esta histórica riqueza arquitectónica urbana que enlaza lo colonial, lo republicano y lo moderno le permite a Sucre ser parte de un selecto grupo de menos de 200 ciudades en el mundo escogidas por la Unesco, junto a Potosí en Bolivia.
El Centro Histórico tiene 472,80 hectáreas y 21.700 habitantes (de un total de más de 300 mil). Allí se encuentran 3.964 inmuebles con valor patrimonial: 73% es usado como vivienda, 18% en ramos comerciales y administrativos (entre ellos la hotelería), 4% como centros educativos y culturales, 2% es empleado como espacios religiosos y asistenciales.
Además, 43% de estos sitios tiene “deterioro medio”; 23%, “deterioro leve” y 12%, “deterioro alto”. “Estamos obligados ante la humanidad para hacer un esfuerzo por mantener lo edificado por las generaciones anteriores. La ciudadanía debe asumir una cultura urbana de conservación y hace falta una ley de protección del patrimonio”, manifiesta Ovando.
El hotel Villa Antigua es otro emprendimiento asentado en una casa señorial que guarda hermosos atributos arquitectónicos neoclásicos de 1860. Su nombre se debe a que se encuentra en los alrededores de la fundación de Sucre y posee paredes antiguas con hasta 1,20 metros de grosor y cuatro metros de altura hasta el techo de sus habitaciones.
Según la propietaria, el lugar ha sido “refuncionalizado” bajo el criterio de que todo lo antiguo se mantiene y lo nuevo no sea imitación de lo pasado y, más bien, se integre y lo realce. Por ello, se construyó un espejo de agua en el centro del patio principal, al estilo de la Colonia.
Así, la hotelería se ha convertido en una aliada del cuidado del Centro Histórico de una urbe con más de 200 monumentos nacionales reconocidos por leyes y decretos, de un total de 500 en Bolivia. Un tesoro que también le vale a Sucre el reconocimiento de Ciudad Histórica Monumental y Patrimonio Histórico de los Bolivianos y Ciudad Monumento de América, otorgado por la Organización de Estados Americanos.
El flujo turístico en CHUQUISACA
Estadísticas • La Gobernación de Chuquisaca informa que el año pasado casi 80 mil turistas nacionales y extranjeros visitaron el departamento; y entre enero y febrero de este año hubo más de 10 mil. De acuerdo con los datos de la Cámara Hotelera de Sucre, no hay un incremento en los números y, más bien, se debe promocionar el rubro porque la ciudad de Sucre cuenta con una capacidad hotelera para atender a aproximadamente 90 mil turistas al mes, en los 60 centros legales de hospedaje, entre hoteles, hostales, alojamientos y residenciales.
Las ‘cebras’ difundirán el cuidado del patrimonio
Las “cebras”, aquellos personajes que en la ciudad de La Paz son un símbolo de la educación vial y el paisaje urbano, llegan a Sucre para cumplir esta función y otra adicional: ser las principales promotoras del cuidado, respeto y apropiación ciudadana del patrimonio de Sucre.
Así lo hizo conocer el alcalde Moisés Torres Chive, quien comenta que el proyecto se inicia este 25 de mayo, con el apoyo financiero de Swisscontact y la contratación de medio centenar de muchachos de Aldeas Infantiles SOS, de entre 12 y 17 años, que recibirán un salario por su trabajo.
La idea es que ellos expliquen la importancia del patrimonio tangible sucrense, conformado por plazas, monumentos, iglesias, inmuebles, parques, avenidas que guardan mucha historia, bajo el lema “Cebras en acción para dignificar Sucre”. “Porque uno puede dignificar a su urbe a través de la apropiación de espacios, educando a la gente”, dice Torres.
Otros proyectos provienen del Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre. La encargada de Educación y Sensibilización Patrimonial, Heydy Terrazas Ozinaga, anuncia que se afina un proyecto de ley para la inserción de la materia de Patrimonio en la educación formal: de cuarto de Primaria hasta primero de Secundaria en las escuelas, e igualmente en el currículo de formación de los profesores y en el examen de ingreso para la universidad pública.
Esto tiene una razón: el desapego y desconocimiento de los habitantes sobre la riqueza patrimonial y arquitectónica de Sucre. “Cuando hicimos un diagnóstico para saber los niveles de conocimiento del patrimonio en los diferentes segmentos poblacionales, vimos la inexistencia de ello, sobre todo porque no se trata el tema en las aulas escolares. Por ello, empezaremos con la formación de esta conciencia en los más pequeños. Es un plan a largo plazo”, adelanta Terrazas.
Con todo esto, se busca que, sobre todo, el Centro Histórico de la ciudad no pierda el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad conferido en 1991 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que se encuentra haciendo evaluaciones para confirmar el reconocimiento. “Aparte, ser patrimonio de la humanidad impulsa el turismo. Sucre no tiene fábricas, salvo la cementera Fancesa, y el potencial turístico es el mayor aporte en la economía de la ciudad”.
La vigilante del centro histórico
Apoyo • El Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre (PRAHS) se creó en 1996, como asociación civil que funciona con el apoyo ininterrumpido del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con la participación del Proyecto Sucre Ciudad Universitaria y el Ministerio de Culturas. Actualmente hay 3.964 inmuebles con valor monumental, arquitectónico y de integración en la ciudad.
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