La cultura yampara que imperó entre los siglos XI y XI en el territorio de lo que hoy es Chuquisaca, sobrevive en el municipio rural de Tarabuco, el más visitado por los turistas. Es una región cuyos habitantes aún lucen en sus cabezas la tradicional montera “ticachascada” y visten sus ponchos de colores vivos.
A hora y media de la ciudad de Sucre, esta comunidad con casi 20 mil habitantes es parte de la provincia Yamparaez. Fue fundada el 29 de junio de 1578 como Villa San Pedro de Montalbán de Tarabuco. La palabra Tarabuco deriva de dos voces quechuas: tarka, “flauta de una sola pieza”, y phuku, “soplar”, que unidas evocan a los “tocadores de flautas”.
La responsable de la Unidad de Turismo de la Alcaldía, Gladys Tórrez Aliaga, informa que en cada feria dominical, al menos dos mil visitantes extranjeros y locales se dan cita para comprar artesanías y textiles y apreciar el trueque, actividad económica que aún se practica entre los tarabuqueños, que asisten a este evento con sus trajes típicos.
Pujllay. Más aún, cada tercer domingo de marzo, cuando se rememora con la tradicional danza del pujllay (“juego” en quechua) la Batalla de Jumbate de 1816, en que los indígenas vencieron a las huestes españolas, entre 12 mil y 15 mil turistas abarrotan la comunidad para presenciar la “pukara”, un altar en forma de escalera cubierto con productos agrícolas, bebidas y panes.
Más allá de la agricultura y la ganadería, el turismo es la apuesta de los lugareños. Y para ello cuentan con la fama de sus tejidos que representan creencias, actividades cotidianas, objetos y acontecimientos. Incluso se han conformado asociaciones de textileros que organizan presentaciones para los forasteros y los invitan a conocer sus poblados.
El director municipal de Desarrollo Económico, Rudiber Serrudo, señala que existen cuatro asociaciones reconocidas que aglutinan a 120 personas que exponen y venden sus creaciones en la ciudad de Sucre y otras regiones del país. Emprendimientos que no sólo les dotan de ingresos económicos, sino que permiten transmitir este arte de padres a hijos.
Para que la industria sin chimeneas tome fuerza, Tórrez explica que se contrató una consultora que hace un inventario de atractivos y rutas turísticas de Tarabuco, y diseña un eslogan, un documental y catálogos. Ella engrosará los circuitos que promocionan las facetas colonial y cultural en el pueblo y el trabajo en las aldeas de las asociaciones textileras.
Además, para 2013 se pretende inaugurar la Senda de la Batalla de Jumbate, que incluirá una caminata y la construcción de un mirador y un museo. A la par, está en planes la edificación de un centro cultural en la exestación de trenes. Y se busca que la Gobernación incluya al municipio en el proyecto de la Ruta del Che Guevara, junto a la de Santa Cruz.
El alza de turistas, que Tórrez estima en 15% anual, impulsa los planes de Tarabuco, que es Patrimonio Nacional de Prioridad Histórico Cultural de Bolivia, y que ahora busca que su pujllay sea declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Servicios para los visitantes
Precios • El pasaje de Sucre a Tarabuco cuesta 8 bolivianos. Las operadoras de turismo ofertan el transporte, ida y vuelta, entre 30 y 35 bolivianos. Pasar la noche en una de las dos hostales vale hasta 50 bolivianos, en cuartos con baño privado y agua.
La Gobernación impulsa 4 proyectos turísticos
El turismo comunitario, vivencial, tiene al municipio de Tarabuco en la provincia Yamparaez de Chuquisaca, y a la provincia de Oropeza como los epicentros para promocionar dos culturas precolombinas: la yampara y la jalq’ a, ambas representadas actualmente por sus famosos tejidos de colores vivos.
Aparte, la Gobernación chuquisaqueña, a través de su Dirección de Turismo, planifica la ejecución de cuatro proyectos este año. El primero involucra la restauración del Castillo de La Glorieta de Francisco Argandoña (1850 - 1910), cuya arquitectura ecléctica se erige a cinco kilómetros de la ciudad de Sucre.
Esto va unido a las labores de preservación en el Palacete de La Florida, situado a cuatro kilómetros de la urbe, edificio que perteneció al expresidente boliviano Aniceto Arce, que nació en Tarija el 17 de abril de 1824 y falleció en Sucre, en 1906. Ambos trabajos superan la inversión de 3 millones de bolivianos.
Por otra parte está el desarrollo de la Ruta Turística del Che Guevara, que se centra en el municipio de Villa Vaca Guzmán (Muyupampa), que beneficiará a 2.800 familias y cuenta con un presupuesto que supera el millón de bolivianos. Un emprendimiento que se unirá con otros municipios de Santa Cruz.
Y por último, se encuentra la creación del Centro de Turismo Comunitario (Cetur), en la ex Casa Capellánica de Sucre, que pretende revalorizar los textiles de los artesanos. Para ello se cuenta con la participación de 13 organizaciones de tejedores de las culturas yampara y jalq’ a de la región.
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