El 60% de los atractivos turísticos de este municipio se encuentran en el área urbana.
A pesar de los 208 atractivos históricos, arqueológicos y arquitectónicos inventariados en el municipio de Sucre, la actividad turística ha decaído en los últimos años y se encuentra en un octavo lugar en cuanto a gastos de los visitantes nacionales y extranjeros.
El investigador Cloris Lambertín Ruiz, quien ha reflexionado y seguido de cerca la actividad turística en Sucre, afirmó que estos datos muestran que la ciudad ha quedado rezagada frente a destinos como el Salar de Uyuni, el Madidi y las exmisiones jesuíticas en Santa Cruz.
“Estos datos muestran que si en Sucre el gasto promedio de un turista es de 51 dólares por día y su permanencia de 3,8 jornadas, en las exmisiones el gasto es de 108 dólares y 10 días de permanencia”, sostuvo el investigador al periódico digital del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB).
El trabajo del experto fue presentado en su conferencia denominada “Una reflexión sobre el turismo en Sucre. Importancia y retos”, organizada por el colectivo InvestigaSur con el propósito de difundir la producción intelectual y académica de esa región del país.
SITUACIÓN
PATRIMONIAL
En un reciente inventario de sitios turísticos, desarrollado por el Gobierno Municipal de Sucre, se registraron 208 atractivos en el municipio de la ciudad de Sucre, entre ellos 35 sitios naturales, 18 atractivos etnográficos y folklóricos (textiles, música), nueve realizaciones técnicas artísticas (obras de ingeniería) y 16 acontecimientos programados (fiestas patronales, ferias).
Como profesional en turismo, Lambertín atribuye el decaimiento de la ciudad en atracción turística a diversos factores que van desde la falta de una infraestructura (no existe un aeropuerto adecuado ni carretera de acceso por Cochabamba) hasta el descuido ciudadano por la urbe.
“En el centro urbano –detalla Lambertín– se concentran demasiados equipamientos, escuelas, servicios de salud y entidades públicas. A la vez, hay un deterioro del patrimonio arquitectónico porque la gente comienza a construir, se levantan construcciones ilegales y la circulación peatonal es demasiado congestionada, existe un déficit de áreas verdes y espacios abiertos, la actividad económica hace que emerja el comercio informal que afecta a la imagen urbana, se está dando una pérdida de rasgos identitarios culturales, el tráfico (vehicular) es desorganizado y congestionado, a eso se suma la contaminación visual y ambiental”, aseguró.
Por otra parte, agregó que el problema no es sólo a nivel de la ciudad. Bolivia misma está rezagada frente a países como Argentina, Brasil, Perú y Chile que, en ese orden, tienen los más altos ingresos de visitantes al año de toda la región sudamericana.
Lambertín considera que se necesita una articulación público-privada de las diferentes instituciones que no solamente trabajen en el área del turismo, además de la población que debe asumir su responsabilidad en el uso de la ciudad.
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