Gloria Smith, de 60 años, y su pareja Raymond Francis, de 62, estaban disfrutando de unos días de descanso en el exclusivo Salamis Bay Conti Resort Hotel de Famagusta, al norte de Chipre, cuando la imprudencia de un empleado causó una tragedia.
La mujer tomó un sorbo de lo que creía era agua mineral. Sin embargo, la pequeña botella contenía un poderoso removedor de manchas altamente tóxico.
Segundos después de tomar el trago, cayó al piso de la habitación al grito de "¡Es veneno!" para luego quedar inconsciente. A pesar de ser trasladada inmediatamente a un hospital, los médicos no pudieron hacer nada para revertir la intoxicación.
El hecho, ocurrido hace dos años, es investigado en la actualidad, informó DailyMail. El descuidado empleado de limpieza confesó que había puesto del producto en la botella de agua porque el envase original era demasiado grande para llevarlo consigo todo el día.
Aclaró, además, que no la había dejado intencionalmente en la habitación de Gloria Smith.
La pareja de la víctima exige que se lo condene por negligencia. "Ella era una mujer muy amorosa. Tenía tanto por vivir... Habíamos hablado de casarnos", contó emocionado.
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