La riqueza biológica, paisajística y cultural convierten a Otuquis en la región del Pantanal Boliviano con mayor proyección para el ecoturismo. Se destaca su ecosistema acuático.
Riqueza interminable. Además de su riqueza biológica Otuquis cuenta con ruinas de trincheras utilizadas durante la Guerra del Chaco, que conforman un sitio de preservación del pasado histórico del país. Además, existe estancias ganaderas, que conservan toda una riqueza cultural compartida entre Bolivia, Paraguay y Brasil.
Por su riqueza biológica, paisajística y cultural, el Pantanal es uno de los sitios con potencial para el desarrollo del ecoturismo en las Áreas Protegidas (AP) de Bolivia.
Para fines prácticos, las zonas atractivas para el turismo han sido divididas en tres áreas.
Zona norte. Es la más rica en atractivos de uso casi permanente, accesibles por agua la mayor parte del año. Si bien no hay un atractivo específico, todo el paisaje que integra a la laguna Cáceres y los canales, río Pimiento, Sicurí, Tuyuyú y Tamengo, conforman un gran atractivo. En épocas de agua alta la laguna es la más explotada por los pescadores locales que llevan de paseo a grupos de visitantes sin ninguna clase de servicios turísticos.
Al sureste. Tiene atractivos turísticos puntuales. Una de ellas es El Sombrerito, una formación rocosa, en forma de copa de sombrero; sin embargo, es un poco difícil y hasta peligroso acceder a la cima.
Desde la cima se puede observar un vasto bosque de palmera carandá. Se dice por los guarda parques y el jefe de protección del parque que hay uno o más tigres viviendo en una de las grietas en la piedra del cerro, además de monos aulladores.
La Laguna Corea es otro atractivo. Ofrece un paisaje interesante de una elevación de piedra, como cordillera, cubierta de bosque, denominado cerro Vitione I. Es un excelente lugar para observación de aves acuáticas.
Al suroeste. Es el sector menos explotado del Parque, donde se encuentran los bañados de Otuquis, que le dan su nombre al PN y ANMI.
Los bañados de Otuquis, por referencias se sabe que es un buen lugar para observación de vida silvestre. Si bien no hay infraestructura en la zona, existen algunas estancias que podrían convertirse en prestadoras de servicios turísticos.
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