Nota Publicada en La Prensa
Las alcaldías carecen de mecanismos legales para cerrar las casas de masajes.
“Tenemos jovencitas de 15 años, recién llegadas del interior. Ofrecemos servicios completos a domicilio y a precios módicos”. Es la respuesta de uno de los administradores de “salas de masaje” que funcionan en el El Alto y donde el turismo sexual es publicitado en sus principales calles y avenidas, al igual que en La Paz.
En opinión de Lily Cortez, principal representante de las trabajadoras nocturnas, la proliferación de lenocinios en El Alto no es casual y cada vez es mayor por los importantes réditos que genera esta actividad ilegal.
“Son asociaciones de mujeres e incluso hombres que promueven este tipo de actividad sin ningún control por parte de las autoridades. Se hicieron batidas, pero cada vez el número de salas de masajes ilegales es mayor”.
El intendente municipal de El Alto, capitán Rafael Cáceres, refiere que el gobierno edil alteño carece de mecanismos legales para controlar estos locales y que sólo cierran cuando se halla a víctimas de violencia sexual comercial.
Empero, la autoridad afirma que el denominado “turismo sexual” es alentado por gente que lucra con el placer, ya que niñas y adolescentes son traídas desde el interior con engaños y ofertadas, como objetos, a personas que superan los 40 años de edad.
“Hay gente que busca aventuras precisamente con niñas y adolescentes. Este servicio es altamente cotizado y, por ello, se produce la proliferación de lenocinios, donde se cree que se promueve esta actividad ilegal, no sólo en El Alto, sino en todo el país”.
No hay registro. El mayor Wálter Sossa, jefe de la división de Trata y Tráfico de Personas de la fuerza anticrimen de La Paz, sostiene que a la fecha no está registrado caso alguno sobre “turismo sexual”, pero sospecha que el incremento de menores de edad en casas de citas y lenocinios, de donde rescataron a varias de ellas en ambas ciudades, responde a esta actividad ilícita.
Sossa explicó que la explotación sexual comercial se expresa a través de cuatro formas: la prostitución infantil, pornografía infantil, turismo sexual y tráfico con fines sexuales. De ellas, el turismo sexual, más que una modalidad de explotación sexual, es un mecanismo utilizado por diversas personas para satisfacer sus deseos primitivos con menores de edad.
LOS menores. Empero, Lily Cortez sostuvo que sí hay casos de turismo sexual, en los que se oferta a menores que son explotadas sexualmente “hasta que dejan de serles útiles” y las abandonan.
“Hay clanes de explotación de menores que se escudan en supuestas agencias turísticas para ofertar sus actividades en plazas, calles y avenidas, donde las mismas chicas ofrecen esta modalidad de turismo”.
Esta actividad tiene demanda, por eso se desarrolla.
25 locales denominados como salas de masaje son publicitados en una sola área de El Alto.
NO HAY CONTROL de LOS LENOCINIOS ilegales. Lily Cortez, dirigente de las trabajadoras nocturnas, recordó que los lenocinios legalmente establecidos cuentan con licencias de funcionamiento y ambientes y que se somete a controles sanitarios a quienes prestan servicios. Empero, hay clubes ilegales, que carecen de documentos, y su permanencia en las ciudades de La Paz y el resto del país son eventuales.
Para algunos entendidos en la materia, como la representación del Defensor del Pueblo, el “turismo sexual” tiene lugar en países en vías de desarrollo, como Bolivia, e incluso hay casos que son ofertados en redes de internet.
Cortez dijo que en las capitales departamentales es donde estos servicios son más requeridos, aunque esta actividad todavía no es objeto de persecución policial.
Datos sobre esta actividad
GANANCIAS
La trata de seres humanos genera ganancias estimadas en miles de dólares al año en todo el país.
CONTROL
Las autoridades carecen de mecanismos de control adecuados para combatir la explotación sexual.MENORES
Un gran porcentaje de las menores son captadas con engaños en áreas rurales del país.
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