La debilidad institucional en este campo es grande. No existe información disponible sobre la cantidad de visitantes que recibió La Paz entre abril y junio —que hubiera permitido dimensionar la magnitud del problema— y tampoco es posible obtener datos sobre delitos denunciados el segundo trimestre de 2011, para comparar y establecer si la tendencia va en alza o en descenso.
El secuestro exprés se sigue practicando —admite la coronel María Elena Escóbar, comandante departamental de la Policía Turística— y las zonas rojas son la Terminal de Buses de La Paz y el Aeropuerto Internacional de El Alto, el que carece, paradójicamente, de una caseta de la Policía Turística.
Este tipo de delito consiste en obligar a la víctima a abordar un vehículo a la fuerza y retenerla por un periodo corto de tiempo para arrancarle a la fuerza el PIN de sus tarjetas de crédito o débito. El teniente Jhonny Vallejo, oficial de servicio de la Policía Turística, informó que las víctimas identificaron a dos vehículos tipo taxis, uno blanco y otro azul.
De los 432 casos reportados, 264 son hurtos (sin violencia) de especies (como cámaras fotográficas, por ejemplo), y de dinero y documentos (pasaportes, carnet de extranjero y otros). Además se registraron 168 robos (con violencia) de especies o dinero.
Las zonas rojas para los turistas en la ciudad de La Paz son, según Vallejo, las calles Sagárnaga, Linares y la zona del Cementerio, especialmente la parada de buses con destino a Copacabana.
Los delincuentes aprovechan la noche —a partir de las 21.00— cuando los viajeros salen a cenar, dar un paseo o comprar arte- sanías. Para intimidar a sus víctimas, utilizan armas punzocortantes, como cuchillos; no se denunciaron casos en los que se hubieran usado armas de fuego.
Los turistas también son engañados en los alojamientos, cuando dejan sus objetos personales en casilleros y al retornar no encuentran su dinero. “Hemos tenido denuncias de dos que están por la plaza Murillo; por supuesto los administradores se negaron”. Otros puntos donde se producen hurtos son los café internet.
En el Organismo Operativo de Tránsito de la Terminal de Buses se informó que hace un mes el chofer de un bus de transporte interdepartamental le robó una computadora portátil a un brasileño que viajaba de Sucre a La Paz. “Llevaba en sus rodillas la computadora, vino el chofer a su asiento, se la quitó diciéndole que era peligroso usarla, la colocó en otro lugar y cuando llegó a la ciudad ya no estaba”.
Hay ladrones que se hacen pasar por policías, usan falsas credenciales de la fuerza anticrimen y hasta uniformes, y hay quienes fingen ser indigentes. Es el caso de un sujeto conocido como el Neoyorquino, quien estuvo con detención preventiva en la cárcel de San Pedro y hasta hace un mes la Policía continuaba recibiendo denuncias en su contra. “Camina sin zapatos, domina el inglés y se hace pasar por pobre para luego exigir dinero a los turistas con un cuchillo”, dijo Vallejo.
Para reducir el riesgo, la Dirección de Culturas de la Alcaldía paceña habilitó ocho centros de información, el último en el Cementerio, donde también se reparten volantes con medidas de seguridad, dijo Jacqueline Argote, jefa de Gestión Turística. La Terminal de Buses cuenta con 21 cámaras de seguridad desde 2009. “Antes había hasta cuatro robos por semana a los extranjeros, ahora es uno cada cuatro meses”, indicó.
Hay control sólo en el área urbana
La Policía Turística sólo realiza controles en el área urbana de la ciudad de La Paz, pero no en las provincias, ni en El Alto, señaló la coronel María Elena Escóbar, comandante departamental de esa unidad. “En el aeropuerto, sólo hay seguridad física estatal, allí debería haber Policía Turística, y también en otros lugares”, apuntó.
La Policía Turística cuenta con 97 funcionarios, de los cuales 50 hacen controles por turnos, 25 en la mañana y 25 en la tarde, de 07.00 a 21.00. El patrullaje se realiza en las calles Sagárnaga, Linares, Illampu, El Prado, San Francisco, Villa Fátima, Cementerio y Mirador Killi Killi (Villa Pabón). Además, de todo este personal, sólo tres dominan el inglés.
Escóbar hizo hincapié también en la falta de equipamiento, co-mo vehículos y motocicletas para trasladarse. “Tenemos dos vehículos, pero malos, sólo las motos funcionan”, dijo. Hace una semana la Policía Turística pidió al comando departamental que les dote de otro automóvil. “Lindo sería tener seguridad aeroportuaria o en la zona Sur, en Mallasa, Valle de La Luna y más”, manifestó el teniente.
Jacqueline Argote, jefa de la Unidad de Gestión Turística de la Alcaldía, destacó también que hay un deficiente control policial en las fronteras, como en Desaguadero, entre Perú y Bolivia. “Se han dado casos de personas que siguen a los turistas para robarles”, sostuvo.
Cadena productiva del turismo se ve afectada por delitos
“El turismo tiene un efecto multiplicador que es afectado cuando hay inseguridad”. Jacqueline Argote, jefa de la Unidad de Gestión Turística de la Dirección de Turismo del Gobierno Municipal, se refirió así al daño que producen los delitos cuyo blanco son los turistas que visitan la ciudad de La Paz.
“Yo estuve en Bolivia y en La Paz nos secuestraron con el taxi, nos pegaron, nos robaron todo”, dijo Rossío en uno de los blogs de viajes de los que está poblada la web. “Sobre la seguridad, creo que donde hay que tener más cuidado es en La Paz, sobre todo con los taxistas y ‘policías’ (o sea, sujetos que se hacen pasar por policías) que te piden documentos y entre otras cosas tu billetera. Como visten el mismo uniforme de la Policía no sospechas de ellos”, escribió otra persona que firma como Brochitas.
El Portal Suizo de Información y Servicios dice sobre Bolivia que: “en cuanto a la criminalidad, las zonas peligrosas se sitúan en torno al rodoviario (terminal) de La Paz. Peligros de asalto existen en El Alto y Copacabana. En provincia, las zonas ‘rojas’ a evitar se encuentran en Santa Cruz, en el valle de Yungas, en el trayecto La Paz-Coroico, la ruta Rurrenabaque y las regiones del Chapare y Ayopaya”.
Anualmente, La Paz recibe cerca de 350 mil turistas, según la Unidad de Gestión Turística de la Alcaldía. “Si llegan menos visitantes por esta causa, el efecto es multiplicador ya que ellos utilizan los servicios de alojamientos, restaurantes, transporte, compran artesanías, etc. Es una cadena productiva porque existe el ingreso de divisas”, manifestó la funcionaria municipal.
Víctimas deciden no volver al país
OLa coronel María Elena Escóbar, comandante departamental de la Policía Turística, indicó que debido a los robos y hurtos que se producen, los turistas optan por no retornar nuevamente a la ciudad. “Es que creen que hay mucha inseguridad, es difícil que vuelvan por lo que pasa”, apuntó Jacqueline Argote, jefa de Gestión Turística del Gobierno Municipal.
Policía aconseja a los viajeros
Falsos policías: Delincuentes usan credenciales falsas
No entregar los documentos a “policías” de civil (aunque hay delincuentes que usan uniforme). No obedecer si les piden abordar con ellos un taxi.
Distracciones: Estar atentos a sus objetos personales
Llevar la cámara fotográfica colgada alrededor del cuello o en la mano. El cordón debe ser resistente para evitar que se rompa con un jalón.
Dinero, documentos: Llevar por separado en distintas mochilas
Regularmente los turistas portan sus documentos y dinero en un sólo bolso. La Policía aconseja llevarlos por separado para evitar perderlo todo.
Viajes: Llevar consigo sus objetos de valor
Cuando viajen en buses, llevar los objetos de valor en la mano y no depositarlos en la maletera. Tampoco deje dinero o joyas en los hospedajes.
Hotel y agencias: Tomar datos para precautelar su seguridad
El turista extranjero debe portar el nombre, dirección y teléfono del hotel, de su agencia de viajes en el país y de su consulado o embajada.
Teléfonos: Para cualquier consulta, llamar a la Policía
El teniente Jhonny Vallejo, de la Policía Turística, indicó que para cualquier información se llame al 800-40071, 800-14008 o al 2225016.
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