miércoles, 29 de agosto de 2012
El nuevo rostro de la histórica Casa de la Libertad
La Casa de la Libertad se apresta a mostrar un rostro más boliviano que nunca. El histórico repositorio, donde nació Bolivia hace 187 años, ampliará su trabajo y no solamente enfatizará en el periodo colonial y republicano, sino, desde 2014, mostrará el aporte de los pueblos originarios en la construcción de la nueva nación.
El edificio que se encuentra en el corazón de la ciudad de Sucre, en la histórica plaza 25 de Mayo, que fue construido a mediados del siglo XVII por la Compañía de Jesús para el funcionamiento de la universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, cobijará muy pronto al primer Museo Nacional de Historia de Bolivia.
En ese antiguo claustro universitario se graduaron como doctores de Charcas los principales protagonistas de las revoluciones ocurridas en 1809: el 25 de mayo en Chuquisaca, el 16 de julio en La Paz, el 10 de agosto en Quito, así como también del 25 de mayo de 1810, en Buenos Aires.
INDEPENDENCIA. Su importancia histórica radica, además, porque en su recinto se proclamó la Independencia del Alto Perú o Charcas el 6 de Agosto de 1825 y guarda entre sus paredes verdaderas reliquias que nos transportan a esos momentos que dieron a luz a la nueva Patria.
Sin embargo, su director Mario Linares Urioste considera que el Primer Monumento Nacional, por razones de espacio, sólo transmitía la historia de los importantes hechos que se produjeron en la Casa de la Libertad y no narra el largo proceso de formación del Estado boliviano desde su origen hasta nuestros días.
De acuerdo con Linares, la historia oficial olvidó, ocultó o no tomó conciencia de la existencia y el aporte de los pueblos originarios en la construcción de una nación, cuando la investigación científica permite ver que la historia de Bolivia es un proceso dinámico de relaciones entre diversos grupos sociales y culturales.
Por ese hecho, señala Linares, al ser la Casa de la Libertad el principal templo cívico del país, tiene la vocación natural de convertirse en ese repositorio donde todos los bolivianos, sin injustas exclusiones, se sientan dignamente representados. Porque este edificio no sólo es el lugar donde nació la República, se reunió el primer congreso de la libertad, se bautizó la nueva Patria, nos dio la identidad de bolivianos a todos quienes nacimos en este bendito territorio; sino que también —expone— para el actual Estado Plurinacional, tal como hoy afirman enfáticamente nuestros gobernantes, la Casa de la Libertad es la esencia misma de la bolivianidad.
Ahora, el nuevo desafío es consolidar el Museo Nacional de Historia y para su concreción se recibió la orientación y el apoyo decisivo de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia que, además, entregó los fondos económicos necesarios para la adquisición de un inmueble colindante, que bordea el medio millón de dólares.
También la Brigada Legislativa Plurinacional de Chuquisaca se sumó a la iniciativa y gestionó una ley para su expropiación mediante el pago establecido por la Gobernación de Chuquisaca y la Alcaldía de Sucre. Las autoridades locales igualmente están comprometidas para hacer realidad este emprendimiento cultural e histórico.
DETERIORO. El inmueble colindante adquirido, inicialmente formó parte de la manzana jesuítica de la Universidad de San Francisco Xavier, pero recién hace cuatro años se deterioró por completo y, particularmente, la parte del comedor donde estaban los jesuitas y los alumnos.
“Ante esa situación, ahora el desafío es realizar un falso histórico que no lo acepta la Carta de Venecia, porque tiene tuición sobre las ciudades patrimoniales, o hacer dentro de la manzana un edificio adicional porque sólo el frontis queda en pie y todo su interior está desecho”, afirma Linares.
En ese flamante espacio se tiene previsto conservar la riqueza arquitectónica de los edificios históricos que se encuentran en la plaza 25 de Mayo, que llevaron a que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declare a Sucre como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
Paralelamente se ha adjudicado el Proyecto TESA a diseño final de la nueva infraestructura, que deberá ser entregada a fines de esta gestión. Se tiene planificado que para 2013 se hará la convocatoria pública nacional para la restauración, readecuación y puesta en valor del nuevo edificio que se integrará a la Casa de la Libertad, y se estima que podría ser entregado y entrar en funcionamiento al siguiente año.
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