El municipio dividió sus principales atractivos turísticos en históricos, religiosos, arqueológicos y ecológicos. Su fiesta grande es la de Urkupiña.
LA PAZ
Cambio
Quillacollo no tiene sólo a la fiesta de la Virgen de Urkupiña como atractivo para turistas nacionales e internacionales. El municipio organizó todos sus atractivos en cuatro circuitos turísticos: arqueológico, histórico, ecológico y religioso, los cuales promociona a nivel nacional e internacional, informó el alcalde de esta urbe, Charles Becerra Sejas.
Cuenta con al menos 11 atractivos turísticos: la población de San Miguel, las aguas termales de Liriuni, la cordillera del Tunari, el bosque de Chocaya, el Potrero, Illataco, las Qollqas de Cotapachi, el Calvario de la Virgen de Urkupiña, la ex hacienda de Simón I. Patiño, Piñami y el pueblo colonial de El Paso.
Becerra explicó que el objetivo de la conformación de los circuitos turísticos es sacar el mayor provecho de los destinos que existen en el municipio, y lograr que los comunarios de estos sectores puedan desarrollar proyectos ecoturísticos que les ayuden a mejorar su economía.
Por ello el municipio preparó una serie de materiales gráficos que muestran el esplendor de la región, con sitios para visitar que hasta ahora eran desconocidos por los turistas.
Los circuitos
Entre los atractivos naturales de Quillacollo destacan la flora y fauna silvestre de la Cordillera del Tunari, donde existen sitios apropiados para practicar rappel, ciclismo de montaña, pesca deportiva, entre otros.
El principal atrayente son las aguas termales de Liriuni, cuyas cualidades hidroterapéuticas fueron comprobadas en laboratorios extranjeros, pues sus aguas cuentan con 36 componentes químicos curativos para aliviar males como la artritis, reumatismo y dolores musculares.
En el circuito arqueológico destacan las Qollqas incaicas de Cotapachi, Piñami, Paucarpata y el Morro de Sierra Mokho, que concentran gran cantidad de visitantes para celebrar el Año Nuevo Andino Amazónico.
Sobre las Qollqas de Cotapachi, este sitio arqueológico es uno de los más importantes de Bolivia (foto). Según las investigaciones estas edificaciones fueron usadas por los incas para el acopio y almacenamiento del maíz que se producía en todo el sector.
En el lugar se pueden apreciar los restos de 2.500 bases de qollqas, de las cuales se reconstruyeron 27 réplicas para que los turistas nacionales y extranjeros disfruten de estas infraestructuras.
El circuito histórico consta de las haciendas de dos de los llamados ‘Barones del Estaño’, que exponen lo mejor de la arquitectura colonial y republicana: Simón I. Patiño y Mauricio Hoschild.
Ambas infraestructuras cobijan hoy a un cuartel castrense y sirven de aulas para los estudiantes de la Carrera de Veterinaria de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
El perímetro religioso más rico del país
El alcalde de Quillacollo, Charles Becerra Sejas, señaló que su municipio cuenta con un interesante circuito religioso que gira en torno a la festividad de la Virgen de Urkupiña y al menos cuatro templos que destacan por su imponencia y belleza arquitectónica.
Entre ellos está el templo de San Idelfonso, ubicado en el corazón mismo de la ciudad, que data de 1908, con un estilo neoclásico, impulsado por Fructuoso Mencía.
El templo de Illataco, que fue declarado Patrimonio Histórico y Arquitectónico de Quillacollo. Su historia señala que fue mandado a construir en 1882 por el coronel Vicente Prada, con túneles que conectan a su casa de hacienda y otros puntos estratégicos que le servían de refugio en tiempos de guerra. También sirvió a los liberales quillacolleños, encabezados por Martín Lanza, durante la Revolución Federal.
Otro de los destacados es el templo de Santiago de El Paso, construido en 1571 y restaurado en 1776. Es considerado una de las iglesias más antiguas de Cochabamba. Su estructura arquitectónica es de una sola nave y dos capillas laterales. Realza por su altar de madera tallada.
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