Balnearios. Ubicado a 400 kilómetros de Santa Cruz, Roboré destaca porque tiene varios atractivos naturales. Destacan sus balnearios de agua cristalinas, donde gran parte de los pobladores y visitantes se dan cita los fines de semana para combatir las altas temperaturas.
Aguas calientes es uno de los más visitados. Está a 32 kilómetros de Roboré y se recomienda su visita en un vehículo particular.
Este afluente natural de aguas cristalinas es para muchos un spa natural, ya que por bajo de sus aguas, emergen pequeños hervores producto de la actividad volcánica que hay en la zona. Los lugareños y algunos turistas aseguran que el barro y las aguas de este balneario tienen propiedades curativas, especialmente para la piel.
El Chorro y San Luis, Los Totaisales son otros balnearios muy visitados.
Chochis. Es una población distante a 60 km de Roboré. Lo más llamativo es la Muela del Diablo, un cerro que tiene 1.452 metros de altura y se caracteriza por sus costados casi verticales.
Al pie de la Muela del Diablo, se encuentra el Santuario Mariano de la Torre, tiene un alto contenido espiritual, pues se observan paisajes bíblicos representados en cuadros, imágenes y obras artísticas que componen el interior del Santuario. Posee una escalinata de aproximadamente dos kilómetros, en cuyo final se ubica una cueva natural donde se guarda la imagen de la Virgen.
Santiago de Chiquitos. Es una de las últimas misiones jesuíticas establecidas en la Chiquitania, está al pie de la Serranía de Santiago. Fue fundado como Santiago Apóstol en el año 1754 por los misioneros Gaspar Troncoso y Gaspar Campos.
Santiago tiene un clima muy saludable, la serranía que lo protege del calor de los Llanos y además brinda una infinidad de opciones para los turistas como caminar y observar las formaciones de rocas erosionadas por el viento y el agua con una vista espectacular al Valle de Tucavaca.
Impresionan El Arco y El Puente del Mono, dos puentes naturales formados por piedra.
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