domingo, 2 de septiembre de 2012

Acción Verde certifica el turismo sostenible en la Amazonía boliviana



Acción Verde (Green Action en inglés) es la certificación que obtuvieron ocho operadoras turísticas de Rurrenabaque tras superar exitosamente la capacitación recibida, hace un año, por el Proyecto de Desarrollo Integrado y Conservación en la Amazonía (PAI), una iniciativa de Usaid.

El éxito de las empresas locales que poseen esta marca fue calificado de positivo al finalizar el evento “Entre logros y retos”, organizado por el PAI. El simposio de evaluación, realizado del 11 al 13 de agosto, evaluó los efectos de la certificación de las operadoras de turismo en la Amazonía boliviana.

El director general del PAI, Eduardo Sandóval, destacó que se experimentaron mejoras en los niveles ambiental, social y empresarial. También manifestó que las operadoras turísticas que “quedaron fuera” solicitaron que se efectúe una nueva convocatoria “al ver que los que son parte de Acción Verde cuentan con una mayor afluencia de clientes”.

Este sello garantiza al turista que la compañía que le brindará el servicio (tour) fue auditada para verificar que cumple con las condiciones mínimas de buenas prácticas ambientales, económico-empresariales y socio-culturales.

Acción Verde respalda el estándard de calidad de las empresas Chalalán, San Miguel del Bala, Mashaquipe y Bala Tours, que trabajan con viajeros que buscan compenetrarse con la naturaleza. Indígena Tours tiene por mercado a turistas jóvenes; Berraco del Madidi y Jaguar Tours ofrecen turismo de aventura; y Lípico Tours, para quien busque una experiencia en la estancia ganadera.

De estos ocho operadores, cuatro son manejados por dos comunidades indígenas tacanas, mosetene y tacana-quechuas.

Los ejes en los que el PAI trabajó y en los cuales se concluyó que tuvo éxito fueron: planificación de la sostenibilidad, maximización de los beneficios sociales y económicos de las comunidades, mejoramiento del patrimonio cultural y reducción de impactos negativos al ambiente, explicó su director.

“La capacitación comenzó con 13 empresas, sin embargo, por una u otra razón cinco abandonaron los cursos y ocho recibieron la acreditación”, dijo Sandóval y anunció que pronto lanzarán una nueva convocatoria para certificar a nuevas empresas turísticas.

Entre los logros específicos destacaron que los ecoalbergues optimizaron el manejo de residuos para evitar impactos ambientales; las operadoras de turismo mejoraron las condiciones de trabajo de los empleados; aumentó la calidad del servicio turístico y hubo disminución de los costos de operación. Esta actividad empresarial movió la economía local.

Para los representantes de las ocho operadoras turísticas con certificación, Acción Verde fue relevante el aprendizaje sobre la competencia desleal. Aprendieron a no competir entre ellos y a fijar tarifas similares. El resultado de esta práctica les permitió subir sus precios y obtener más réditos para su región y su empresa.

Ante la sugerencia de algunas embajadas de no viajar con empresas que no tengan certificación, Acción Verde, se convierte en una marca “mercadeable” y de garantía de productos turísticos en áreas protegidas que tienen restricciones específicas para su conservación. Los guías, jóvenes de las comunidades, las transmiten al visitante con el ejemplo, durante paseos por senderos definidos en la selva. Cualquier irregularidad es comunicada a los administradores del área protegida. El fin es no impactar en áreas frágiles de manera innecesaria.

El alcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, espera que se sumen más empresas a la capacitación de turismo sostenible.

Respecto a la procedencia de los turistas, la autoridad edil precisó que esta clase de turismo es consumido sólo por extranjeros, “pero se apunta que los bolivianos también sean usuarios”.

Wayne Nilsestuen, director de la misión de Usaid en Bolivia, dijo que “el turismo sostenible está creciendo cada vez más. Se nota el interés de diferentes actores, pues es una iniciativa que excede al interés de sólo una agencia de viajes”. De esta forma, manifestó que es posible impactar en el desarrollo económico y social de las comunidades que son vecinas de las áreas protegidas.

Certificación nacional

En Bolivia, avanzan lentamente los pasos para llegar a un sistema generalizado de certificaciones en turismo sostenible, señaló el director de Control a la Actividad Turística, Ernesto Rossel. Los municipios de La Paz, Rurrenabaque y Tarija lideran en la emisión de normas, sin embargo, “son casos aislados que hay que tomar como ejemplo”, mencionó.

Aún no existe un control de calidad turística a través del Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (Ibnorca), “que es la instancia que debe certificar”, subrayó. Esta entidad privada genera espacios, comités especializados que elaboran normas consensuadas en base a la participación decidida de actores públicos y privados del sector.

El alcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, asegura que la certificación apunta a tener una clientela de “mayor nivel”, más ingresos para la comunidad. El Viceministerio de Turismo realizó el año pasado, una consultoría de buenas prácticas de calidad para el circuito de las ciudades coloniales de Sucre y Potosí. El Plan Nacional de Turismo 2012 contempla avanzar en la certificación y sellos nacionales.


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