DESTINO | UN LUGAR DIFERENTE QUE MEZCLA LA BELLEZA RÚSTICA DEL PAISAJE CON LAS CREENCIAS MÍSTICAS QUE EMANAN EN ESTE SITIO PRIVILEGIADO.
Con el Valle de las Ánimas por un lado, y el Mururata y el Illimani, por el otro, el escenario no puede ser más perfecto. Los colores ocres de las montañas y del pasto, amarillos oro, verdes claros y oscuros y cafés de todos los tonos que existen, se realzan bajo el azul intenso del maravillo cielo paceño, Allkamari Boutique Eco-Resort & Spa parece estar enclavada en medio de un lugar de fábula.
La cercanía a los dos colosos nevados, sobre todo al Illimani, el Guardián Eterno de La Paz, crean un ambiente místico. No se puede sólo apreciar la belleza externa del sitio, es como si de alguna manera ésta se metiera hasta el espíritu y obligara a los visitantes a relajarse, casi a la fuerza. Nada perturba este lugar.
Y ese es el encanto más importante que han sabido aprovechar Miguel y Carmen Kavlin, dueños del centro Allkamari, que está ubicado a media hora de la caótica ciudad de La Paz en la carretera que conduce hacia los barrios de Cota Cota y Ovejuyo, para luego seguir de largo hasta el llamado Valle de las Animas, con su laguna y su especial atractivo.
“Hemos construido nuestro centro respetando el carácter sagrado del lugar y honrando las energías que nos rodean para propiciar así un ambiente acogedor y lleno de energía para el beneficio de todos nuestros huéspedes”, dice Miguel Kavlin.
Varios minibuses llegan a este lugar, así que Allkamari no es un sitio alejado y tiene varios accesos, aunque es necesario señalar que existen muy pocos letreros que ayuden al visitante a llegar allí por cuenta propia, aunque varios taxistas ofrecen su servicio de transporte hasta el albergue.
LOS DETALLES
Espacio para 42 huéspedes, alojados en cuatro cabañas construidas en forma de cruz y hechas en adobe, todas con calefacción solar pasiva, edredones de plumas y solarios de vidrio. Habitaciones dobles con baño privado, una suite matrimonial con jacuzzi, una cabaña familiar y albergue para diferentes grupos, junto a un enorme espacio para realizar convenciones, fiestas, bodas o talleres de trabajo con todo lo necesario para ello, además de terapias alternativas, un spa, juegos para los más pequeños y un restaurante en el que predominan los ingredientes orgánicos y las recetas variadas en comida internacional, nacional y vegetariana. La oferta para el visitante que quiere aprovechar un fin de semana para desenchufarse de la realidad citadina, es completa. Y para los que aprecian el arte, también se pueden admirar varios cuadros, dibujos y grabados con símbolos esotéricos de diferentes significados todos relacionados con la metafísica y la creencia en energías místicas. Muchos de ellos están ubicados en las habitaciones para darles mejor energía y mostrar respeto a los ancestros, como las habitaciones donde Gilka Wara dibujó figuras de águilas o de pumas, protectores de los Andes.
Además estás tienen diferentes colores, todos combinados con mantas, alfombras y decoración, con toques alegremente andinos.
UNA OFERTA MÁS
Pero hay algo más, Miguel Kavlin no es un empresario hotelero cualquiera, es un chamán que ha estudiado medicina tradicional en Norte America (y se especializa en diferentes danzas rituales de diferentes tribus), es maestro en el uso de plantas ceremoniales del Amazonas, en rituales chamánicos andinos, y en prácticas de meditación y devoción tibetanas y Skih, gracias a ello Allkamari es más que un hotel, es un lugar donde muchos han podido recargar pilas en todo aspecto, tanto físico como mental y espiritual.
Danzas, cantos, ceremonias, comidas y bebidas especiales, están dedicadas a rendir homenaje a la Madre Tierra, y a intentar conectarla con quienes están dispuestos a adentrarse en los viajes de Miguel Kavlin, quien junto a Shirley Torrez y Yumi Tapia dos danzarinas y maestras de ceremonias también conocedoras y practicantes de estos rituales, Juan Manuel Torrez, experto en el uso de plantas ceremoniales y Pablo Alanes, músico y artista visual, completan todo el círculo mágico que le da significado a las celebraciones.
Miguel ha construido en lo alto de una de sus lomas, una stupa blanca donde celebra la fe tibetana. La construcción tiene un cuarto interno de meditación y es una edificación donde convergen gran cantidad de simbolismos, cuya revisión individual ayuda a entender su función real que es el resultado de la interconexión de elementos arquitectónicos y espirituales de profundo significado. La stupa de Allkamari, blanca y majestuosa, mira directamente a las cordilleras nevadas, así que la atmósfera invita a un silencio para nada incómodo sino necesario. No se necesita compartir creencias o religiones, sólo la necesidad de aquietar el espíritu. Y si se quiere algo más simple, disfrutar de la quietud, la buena comida y un merecido descanso.
UN OASIS PARA SENTIRSE MEJOR
1 Caminatas de 1/2 , 1, 2 y 3 días.
2 Excursionismo, ciclismo de montaña, cabalgatas, montañismo, yoga, tai chi y meditación.
3 Masajes (terapeútico, antistrés, shiatsu, reflexología, hindú, cráneo sacral, piedras calientes y hierbas, personas de la tercera edad)
4 Terapias (homeopatía, flores de Bach, Fango terapia, desintoxicación celular, drenaje linfático)
5 Terapia dianética: Autoestima, pensamiento positivo, memoria e imaginación creativa, erradicación de miedo, ansiedad y estrés, así como enfermedades psicosomáticas.
6 Cosmetología: Limpieza e hidratación profunda, exfoliación corporal, tratamientos antiarrugas.
Tengo referencias como un lugar maravilloso. Miguel Kavlin no es un empresario hotelero cualquiera, es un chamán que ha estudiado medicina tradicional en Norte America (y se especializa en diferentes danzas rituales de diferentes tribus). esto tiene gran valor.
ResponderEliminarNo puedo comunicarme al celular, quiero ir a almorzar