Lorenzo Mamani, de 60 años, es uno de los pocos testigos que recuerda las largas filas de gente que visitaba la capilla de Kellcata, construida a principios del siglo XVIII y ubicada a 15 minutos del municipio orureño de Curahuara de Carangas. “Hace varios años, en febrero llegaban pobladores de otros lugares para celebrar la fiesta de la Candelaria, pero con el tiempo la iglesia se ha deteriorado y ahora ya nadie viene”, cuenta.
La capilla de Kellcata, al igual que otros templos ubicados en el sector, presentan goteras y mucha humedad. Además tiene el techo en mal estado y las paredes desgastadas por el tiempo. La situación es tal que incluso en estos últimos años estas iglesias fueron víctimas de saqueos y perdieron sus imágenes de estuco, cuadros y otros objetos sacros. “Recuerdo que cuando vivían mis abuelos el templo tenía hermosos candelabros y una campana de bronce”, sostiene Mamani.
Ante tal situación, los pobladores de las comunidades orureñas y el sacerdote Daniel Antequera decidieron buscar ayuda para salvar los templos.
La Embajada de EEUU respondió a su solicitud y decidió apoyar la restauración de cinco capillas de la parroquia de Curahuara de Carangas. La ayuda para este proyecto es de 41.720 dólares y este monto servirá para restaurar los techos, las paredes interiores y exteriores, y el sistema de iluminación de los templos.
Entre las cinco capillas beneficiadas estará la de Kellcata, al igual que Santa Bárbara, Ojsani y Kilviri, Cotasaya, ubicadas cerca al templo de Curahurara de Carangas o más conocido como la Capilla Sixtina Andina.
El pasado viernes, Larry L. Memmott, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, visitó el templo de Kellcata y fue recibido por los comunarios, quienes aprovecharon la ocasión para agradecerle su ayuda y mostrarle la situación de las capillas.
“Estoy contento de este proyecto. Hace dos años ya ayudamos a reponer seis capillas en el altiplano y ahora colaboraremos en la restauración de otros cincos templos coloniales. Seguiremos apoyando estos programas de preservación cultural porque encontramos en Bolivia gente comprometida que quiere salvar sus capillas”, sostiene Memmott.
A dos meses de su llegada al país, Memmott asegura que está maravillado por los templos coloniales del altiplano. “No sabía que existían estas capillas tan bellas y pienso que ningún gringo debería irse de Bolivia sin visitar estás capillas porque son una maravilla”, añade.
Una necesidad urgente
“Salvar estás iglesias es muy importante para los comunarios, porque estas edificaciones son consideradas una herencia de sus abuelos y además forman parte de su historia y patrimonio”, dice Antequera, quien asegura que la mayoría de las capillas datan de la época colonial.
Con una similar postura José Luis Castro Alarcón, autoridad comunaria de Curahuara de Carangas, cuenta que es un deseo de los pobladores salvar sus templos heredados. “Tenemos lindas capillas que son de la Colonia y que están olvidadas. Incluso algunas están por caerse y otras ya se derrumbaron por culpa de las lluvias y el olvido”, dice.
Algunos detalles
Cooperación En 2010, la Embajada de EEUU ayudó en la restauración de seis capillas coloniales en Curahuara de Carangas, Oruro.
Iniciativa Este año, estudiantes de la UCB publicaron el Calendario 2012 titulado “Curahuara de Carangas... donde el patrimonio habla por sí solo”. Tiene el objetivo de promocionar los templos coloniales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario