Los ciudadanos alteños y paceños quedaron maravillados tras el recorrido del primer circuito nocturno de la ciudad realizado el pasado fin de semana, donde se presentaron diferentes imágenes paisajísticas de los achachilas, el Huayna Potosí, Chacaltaya, Illampu, Mururata e Illimani y la deslumbrante vista El Alto y La Paz desde diferentes puntos de la urbe alteña.
“Es una experiencia importante la realizada en este recorrido porque vemos a El Alto desde otro punto de vista y no el cotidiano, existen lugares lindos como los miradores que hemos visitado”, relató al final del paseo la vecina de la zona Sur de La Paz, Carla Calle.
El inusual circuito organizado por la Alcaldía alteña partió del mirador de Alto Lima, donde se observa el sector Norte y Este del Huayna Potosí, Chacaltaya, Illampu, Mururata e Illimani; y al Este y Sur la hoyada paceña.
“Como alteños nos sentimos orgullosos de tener tan lindos lugares como estos que día a día usualmente pasan desapercibidos, pero que esta noche nos damos cuenta que son lugares maravillosos como explotados”, acotó Jacqueline Torres.
“Esta actividad fue organizada conmemorando el Día Internacional del Turismo, recordado cada 27 de septiembre. Es la primera vez que organizamos algo así y pretendemos repetirlo, para promocionar los atractivos turísticos en nuestro municipio”, explicó el jefe de la Unidad de Turismo del Municipio alteño Rómulo Limachi.
Posteriormente, el recorrido tomó el mirador Sagrado Corazón de Jesús. En este lugar se levanta un monumento de siete a ocho metros de altura, aproximadamente.
Los amautas aseguran que en este sector se encuentra enterrado el Corazón de Túpak Katari (Julián Apaza Nina).
De allí se dirigieron al Faro Murillo, donde se tiene una vista panorámica de 180 grados. También visitaron los miradores de Ciudad Satélite, Virgen Blanca, Atipiris, desde este último sitio se aprecia la laguna de Achocalla.
Posteriormente, se trasladaron al Centro Artesanal “Wara Wara”, donde los turistas locales pudieron apreciar un sinnúmero de artesanías, luego el grupo se fue al monumento de Ernesto “Che” Guevara, que tiene 7.10 metros de altura y un peso de seis toneladas.
Luego llegaron por la calle de los amautas y yatiris. En este lugar los participantes aprovecharon para conocer su suerte y su futuro a través de la lectura de la coca.
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