Hay cavernas diminutas e inmensas como el Chila Jusk’u y el Umajalanta, pero todas tienen similares características como las grandes bóvedas y galerías unidas por pequeños y estrechos pasillos, donde se encuentra una variedad de estalactitas y estalagmitas que adquieren formas “caprichosas” y adornan estos espacios.
La mayoría de las cavernas tiene pozas interiores y en algunas habitan peces y otras especies de seres vivos.
Ninguna visita a Torotoro podría estar completa sin pasar por El Cañón de la Torre que tiene una profundidad de aproximadamente 400 metros y un recorrido de trece kilómetros, casi imposible de recorrerlo en un día.
El Cañón es uno de los fenómenos naturales más bellos que se tiene en Bolivia y en él se puede disfrutar la formación de cortezas terrestres donde habita una diversidad de de plantas e insectos.
El Cañón sirve de ingreso a la caverna de Chiflonqaqa, el Vergel y el Waca Sinqa, que es una cascada que se asemeja a la nariz de una vaca.
Dentro de lo que es el circuito del Vergel está el teatro natural con graderías y un escenario amplio de piedras.
A unos metros están dos puentes pétreos resistentes a la lluvia y el tiempo, sobre los cuales se puede caminar sin ningún temor.
En el Cañón de la Torre anidan algunos cóndores y en las madrugadas se observa su vuelo. También se escucha un intenso y profundo sonido por las caídas de las cascadas y la corriente del aire.
Según el guía Mario Jaldín, en El Cañón hay al menos cinco nuevas cavernas sin explorar porque están en lugares muy altos y casi inaccesibles.
En el recorrido de El Cañón hay al menos cien cascadas con pozas de 40 a 60 metros de profundidad.
En varias paredes hay estalactitas. De acuerdo a los científicos, El Cañón antes era una caverna, pero un derrumbe provocó que se desprenda convirtiéndolo en una garganta profunda entre montañas, dejando al descubierto esas maravillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario