lunes, 5 de noviembre de 2012

“Chila Jusk’u” y “de los Niños”, dos maravillas subterráneas


La Caverna Chila Jusk’u y la Caverna de los Niños son dos maravillas subterráneas casi inexploradas, pero muy conocidas por los comunarios de Torotoro. Los turistas no pueden visitarlas porque el Servicio Nacional de Áreas Protegidas y la Alcaldía hasta ahora no han autorizado su recorrido.

El Chila Jusk’u es un nombre quechua que significa “pequeño agujero”. Toda la aventura que se experimenta en su interior hace honor al nombre, porque todos los accesos son reducidos.

Llegar a esa caverna demora 20 minutos luego de una caminata ascendente. Desde la cima se observa la amplitud del pueblo de Torotoro, las casuchas y algunas construcciones de estilo colonial y republicano, además de pequeñas parcelas de cultivos y animales de corral.

De la Caverna Chila Jusk’u emanan aguas cristalinas en abundante cantidad; a unos metros más al sur están las tomas de agua que se emplean para regar los cultivos que hay en el pueblo.

La principal entrada a la caverna es muy reducida, por lo que se debe ingresar casi a rastras, por eso es necesario llevar un casco de seguridad con luces o linterna para protegerse de posibles golpes en la cabeza y para iluminar la intensa oscuridad.

En Umajalanta los turistas pueden ingresar en grupo, caminando y esquivando algunos obstáculos, pero en Chili Jusk’u sólo hay espacio para una persona, mientras las demás le siguen en fila. Es importante que el guía vaya adelante para conducir a las personas indicando los lugares que debe pisar y cruzar, a fin de evitar posibles accidentes. El ambiente en la caverna es húmedo y hace mucho frío, ya que en el interior circulan vertientes de agua.

Hay pequeñas pozas que pueden convertirse en una trampa y terminar mojado si uno da un mal paso.

Por más de quince minutos es imposible ponerse de pie debido al reducido espacio, y aunque se avanza lentamente la experiencia de arrastrarse de barriga o de costado, saltar alturas de un metro, sentir la humedad de las piedras y esquivar infinidad de obstáculos hacen que esta experiencia sea única, colmada de aventura y adrenalina.

Después de un recorrido de aproximadamente 30 minutos, se llega a un reducido espacio semejante a una sala donde uno puede ponerse de pie. Ahí, en los lugares más altos se puede apreciar la formación de estalactitas de diferentes tamaños y formas.

La Caverna de Chila Jusk’u tiene varios accesos, pero reducidos, que para recorrerlos se necesitaría más de un día. Hasta el momento, ningún guía ha explorado todos los rincones de esta cueva, por lo que no se conoce con precisión su profundidad.

La guía Casilda Choque Checa, con seis años de experiencia en expedición, afirma que conoce esta caverna al igual que Bolivia Jusk’u, pero no puede llevar a los turistas porque está prohibida, pues allí están instaladas las tomas de agua y cualquier excursión o exposición podría contaminar el recurso hídrico.

CAVERNA DE LOS NIÑOS

La Caverna de los Niños es otra maravilla natural que existe en Torotoro y está en la comunidad de Cuchu Rodeo, hacia el este.

La caverna fue bautizada y explorada por primera vez hace más de 10 años por Mario Jaldín y el espeleólogo Marc Pauilly, en compañía de sus hijos menores. Si bien esta cueva es más accesible que Chila Jusk’u, Jaldín y Pauilly estaban conscientes que sus hijos estaban en peligro, por eso decidieron bautizarla con el nombre de la caverna de los Niños en honor a los menores.

Después de tantos años, ambos reconocen que no fueron prudentes al llevar a sus hijos, pero se convirtió en una experiencia más para contar a sus familias y a los turistas que preguntan sobre el origen del nombre.

En el ingreso principal a la caverna está un inmenso árbol de boldo que cubre la entrada principal. A unos pasos hay dos accesos por los cuales uno puede incursionar. Las rocas son húmedas y en su interior crecen varias plantas nativas, medicinales y exóticas.

Hay lugares casi inaccesibles porque las rocas son poco espaciosas, pero con un poco de destreza uno puede avanzar.

Los rayos del sol sólo alumbran unos metros de la entrada principal, por lo que es imprescindible una linterna para avanzar sin peligro.

En el techo de la caverna hay infinidad de raíces que brotan por todas partes, ya que en la cima de la cueva crece una variedad de plantas.

Recorrer por las cavernas Chila Jusk’u y de los Niños es toda una aventura inolvidabl

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