El Gobierno señaló hoy que las ceremonias que tendrán lugar este viernes en el lago Titicaca por el solsticio del verano austral serán una oportunidad para debatir sobre la crisis global del capitalismo y anunció que asistirán altos representantes de otros países.
"Ese 21 de diciembre tiene que ser el fin del miedo, de la división, del egoísmo, de la envidia y tiene que ser el comienzo de la construcción de la armonía, de la unidad, de la esperanza, de la confianza", subrayó el canciller David Choquehuaca.
El ministro informó hoy de cómo serán celebraciones pero por razones de seguridad no dio nombres de los invitados extranjeros, aunque fuente gubernamental dijo a Efe que de forma extraoficial se conoce que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebrarán el solsticio en Bolivia, además de líderes sociales internacionales.
El presidente Evo Morales, organizó para el 21 de diciembre varios rituales centrados en la celebración de lo que considera que será el fin de una era y el recibimiento de un nuevo tiempo de equilibrio y armonía para la "Madre Tierra" o "Pachamama".
La celebración en el lago Titicaca, situado a 3.800 metros sobre el nivel del mar, será paralela a la de la cultura maya, para la que el 21 de diciembre representa un hito en su calendario al marcar el fin de un ciclo y el comienzo de otro.
Choquehuanca dijo que el próximo viernes terminará el calendario maya de 5.000 años, fecha que coincidirá con "algunos fenómenos en el espacio, la alineación de los planetas, la alineación de nuestro sol (con el) sol central".
"Ese día van a ocurrir varios fenómenos en el espacio. Para los mayas está llegando el 'fin del no tiempo', para nosotros están llegando los últimos días de la 'macha' (desequilibrio)", agregó al destacar que de esto se trata la crisis global del capitalismo.
Destacó que en ese sentido la celebración en el lugar sagrado que representa para los aimaras la isla del Sol será una oportunidad para debatir sobre la crisis del modelo económico occidental y sobre la "reconstrucción de la esperanza" y los "sueños" de los pueblos.
Una de las ceremonias que tendrán lugar el viernes será el arribo a la isla de una balsa de totora (una especie de junco) que navega desde el pasado domingo por el Titicaca llevando un "fuego sagrado".
Choquehuanca destacó además que las Fuerzas Armadas, las autoridades de las comunidades indígenas y los operadores de las lanchas en el Titicaca han reforzado medidas de seguridad para evitar sobrepeso en las embarcaciones y accidentes como los últimos naufragios ocurridos en el lago.
El comandante de la Fuerza Naval, el almirante Víctor Baldivieso, informó hoy al canal estatal que el lunes naufragó una embarcación de la Armada con 17 personas debido a la lluvia, vientos fuertes y olas grandes, pero que todas fueron salvadas, si bien se perdió el equipamiento de ese medio que está en el fondo del lago.
Hace dos semanas, una precaria lancha del mismo tipo que usan habitualmente los indígenas del lago Titicaca se hundió por exceso de peso y al menos 15 personas murieron, la mayoría profesores de escuela que habían participado en un acto académico en una de las islas del lago.
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