Bolivia posesionará internacionalmente al Salar de Uyuni como el destino mayor del turismo en el país, según informó el viceministro de Turismo, Marko Machicao, durante el diálogo que sostuvo esta semana con Página Siete. Machicao mencionó los avances del Plan Nacional de Turismo, cuya ejecución es el mayor desafío que se ha impuesto esa cartera de Estado hasta 2025.
Página Siete.- Este plan, próximo a aprobarse, ¿responde a la continuidad de un plan anterior o todo es nuevo? Por otra parte, ¿cuáles son los avances del trabajo?
En 2011 planteamos un plan de turismo de ocho pilares, es decir, más amplio que el plan actual, que tiene cuatro. Este nuevo plan responde a las tendencias actuales del turismo internacional.
El turista que visita la región latinoamericana tiene ciertas características, busca destinos sustentables, intercambio con las poblaciones locales y destinos originales. Y esas tres condiciones las tenemos en Bolivia, el problema es que no las hemos organizado para sacarles provecho.
Durante el encuentro nacional de turismo de febrero en Cochabamba se hizo un diagnóstico del estado del turismo, tanto desde el punto de vista de los emprendimientos específicos y del trabajo de municipios y gobernaciones. Se han identificado problemas que siempre estuvieron presentes pero que nunca fueron atendidos como prioridades.
Para cuidar el desarrollo sustentable del turismo es imprescindible precautelar el impacto ambiental y cultural de las zonas visitadas. Existen lugares turísticos que reciben un flujo de 150 mil turistas al año y que soportan un fuerte impacto ambiental.
Página Siete.- ¿Qué sucedió con las cinco macrorregiones identificadas que debían ser trabajadas para el desarrollo del turismo en Bolivia?
Se mantienen conceptualizadas. La región Amazónica, Corredor Madidi-Amboró, Escudo Precámbrico, Chaco y Andina, todas tienen características diferentes. Para ello, como Estado, se han priorizado tareas de mejoramiento de los servicios, como capacidad de los recursos humanos, señalización, entre otros.
En el Chaco y la región amazónica, por ejemplo, no contamos con infraestructura básica. Allí hay un recurso natural y cultural que convierte esas zonas en un destino potencial, pero aún se deben trabajar la accesibilidad y la construcción misma de la oferta turística.
Tenemos casos concretos, como la fiesta en San Ignacio de Moxos, declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El punto es cómo hacemos para exportarla, para mostrarla sin antes abordar los problemas de accesibilidad y albergues, incluso para el mismo turismo interno.
El Plan Nacional de Turismo 2025 nos permitirá que no sea el Estado, desde el nivel central, el que decida qué se debe hacer en cada uno de ellos. Los planes deben responder a las valoraciones de municipios, gobernaciones y el sector privado.
La construcción de este plan es la meta más ambiciosa que tenemos como cartera de Estado. El objetivo final es que Bolivia sea un destino turístico consolidado a nivel internacional en 2025.
Hoy somos conocidos, ayer ni se nos conocía. Hace dos años, por ejemplo, se sabía muy poco de Bolivia en las redes sociales, en revistas especializadas. Hoy ya se ofrece a Bolivia, pero todavía no nos caracterizamos por una calidad en el servicio.
Página Siete.- ¿A cuánto llega el flujo turístico actual y qué se espera a 2025? Para medir el avance, ¿cuál es la línea de base?
Partimos de una línea de base construida en 2010. Ese año se hablaba de un flujo de aproximadamente 700 mil turistas extranjeros y un turismo interno de 2,3 millones.
En 2012 llegaron al país 1,15 millones de visitantes extranjeros, lo que habla de un incremento importante. Son números alentadores, pero también sabemos que muchos de los visitantes pertenecen al mal llamado “turismo mochilero” o “desorganizado”, que yo no lo califico de algo negativo. Pero ni siquiera tenemos los suficientes servicios para ese tipo de turismo. En principio la primera meta era llegar a 1,5 millones de turistas en 2017 y duplicar el turismo interno (a 6,6 millones). Todavía está pendiente definir el objetivo para 2025.
Página Siete.- Esas cifras han sido criticadas como infladas. Se dice que Perú tiene esas cifras pero ese país es más fuerte en ese plano. Se maneja la idea de que Bolivia recibe el rebalse de turistas de ese país.
Creo que ésa es una idea muy antigua. El turismo llega hoy con el enfoque de visitar Bolivia; sin embargo, es evidente que el turista organizado que viene a Latinoamérica lo hace con un multidestino; por ejemplo, llega para visitar Galápagos en Ecuador, Machu Picchu en Perú y el Salar de Uyuni en Bolivia. Esto descarta la concepción del llamado “rebalse”.
Sobre las estadísticas que estamos manejando, éstas se extraen del flujo migratorio, que además se verifican con la ocupación hotelera. Son datos oficiales.
Página Siete.- Bolivia incluyó el año pasado sus spots en las cadenas internacionales de televisión. ¿Cuánto demandó esta inversión?
Esta campaña tiene un costo elevado, para la fase 2011-2016 hemos presupuestado 5,5 millones de dólares. En 2012 hemos pagado 1,1 millones de dólares, que se han destinado a spots en redes como CNN y otras, pero también en presencia en ferias internacionales y en las redes sociales.
Los resultados de este trabajo han sido importantes. Se ha demostrado, cualitativamente hablando, una importante presencia de Bolivia en revistas especializadas. Cuantitativamente, la búsqueda de la palabra “Bolivia” se ha triplicado en las redes turísticas en comparación al pasado año; es decir que más gente se ha interesado en el país como posible destino turístico.
Entre los casos concretos, el turismo desde Brasil se ha ampliado a lugares como el Salar de Uyuni y entre 2011 y 2012 el flujo desde ese país ha crecido en un 200%.
Ahora, los 5,5 millones de dólares que invertimos para usar en redes internacionales de TV son reducidos frente a los presupuestos de otros países; Colombia invirtió 80 millones de dólares en 2011, Ecuador 65 millones y Perú 120 millones. Por ello el uso de nuestros fondos debe ser muy inteligente.
Página Siete.- ¿Cuánto genera el turismo para el Estado?
El turismo receptivo (turistas extranjeros) generó 390 millones de dólares en 2010, que es el último dato del INE. El turismo interno generó 498 millones de dólares el mismo 2010. Son cifras importantes equivalentes con sectores económicos tradicionales.
Página Siete.- En general los países suelen tener un solo ícono turístico, digamos Galápagos en Ecuador o Machu Picchu en Perú. Bolivia, sin embargo, ha promocionado varios lugares. ¿Esto seguirá siendo así en adelante?
Es verdad, históricamente hemos diversificado la oferta porque no podíamos ponernos de acuerdo. Y justamente, uno de los grandes desafíos en la gestión actual es posicionar un ícono para la oferta internacional y éste será el Salar de Uyuni. Durante muchos años se ha manejado al lago Titicaca a partir de la oferta del sector privado, pero no es un ícono totalmente diferenciable porque Perú tiene la otra mitad; el lago no es único como lo es el salar.
Lo que se buscó en las campañas iniciales de posicionamiento fue, primero, generalizar la oferta turística mostrando todo los que tiene el país, es decir valles, Amazonia, Andes, etc. Este año, sin embargo, la oferta será más específica y se mostrará el Salar de Uyuni. Esto también responde a la enorme demanda internacional que está generando el salar.
“El turismo receptivo (turistas extranjeros) generó unos 390 millones de dólares en 2010”.
“La búsqueda de la palabra ‘Bolivia’ se ha triplicado en las redes turísticas en comparación al pasado año”.
Arranca esta semana el Plan Nacional de Turismo 2025
El primer logro del nuevo plan de turismo en Bolivia ha sido congregar a múltiples actores para su elaboración, contó a Página Siete el viceministro de Turismo, Marko Machicao, durante el desayuno de trabajo de esta semana.
Según el informe, las nueve gobernaciones, 87 municipios y actores privados vinculados al sector del turismo trabajaron el pasado mes con la idea de elaborar un plan de acción hacia 2025.
“Durante el encuentro realizado a mediados de febrero en Cochabamba se acordó la conformación de un consejo de turismo como instancia de coordinación entre los diferentes niveles territoriales y de seguimientos de los planes y programas del sector. Este consejo será oficializado el próximo 14 de marzo”, informó Machicao.
La autoridad del área manifestó que para este segundo encuentro se aguarda que las gobernaciones y municipios presenten sus presupuestos y las estrategias para llevar adelante las acciones que se acuerden.
“En Cochabamba se han definido cuatro grandes objetivos y ahora se esperan las estrategias para implementarlos. El primer tema es infraestructura. Hay muchas debilidades como los botaderos municipales, tratamiento de residuos sólidos, los caminos de vinculación a los centros turísticos, conectividad aérea, entre otros, que si bien el Estado los ha impulsado, no es suficiente”, dijo.
Existen otras limitaciones de agua potable, alcantarillado y otros servicios, que aunque no son de responsabilidad directa del sector, impactan negativamente en la actividad turística.
El segundo punto del plan es la oferta, es decir, cómo diseñar productos turísticos. El tercer tema radica en generar capacidades técnicas locales, desde la formación de gerentes, guías de turismo y otros. “Esta capacitación es fundamental para ofrecer un servicio de calidad a los turistas”, dijo Machicao.
El cuarto punto está destinado a mejorar la oferta de turismo comunitario de base. Este sector siempre fue parte del turismo, pero nunca participó activamente de su desarrollo ni se ha beneficiado de la actividad, salvo con algunas fuentes laborales.
En agosto de 2012, el presidente Evo Morales lanzó una campaña de promoción turística internacional, denominada “Bolivia te espera”.
HOJA DE VIDA
Estudios Marko Machicao es economista, tiene una maestría en gestión turística, posgrado en turismo y cooperación internacional, posgrado en turismo rural y diplomado en inteligencia cambiaria.
Trayectoria Fue director general de Conoce Bolivia, trabajó en Expertour, consultor del PNUD en turismo y es viceministro de Turismo.
El turista que visita Latinoamérica busca originalidad, contacto con las poblaciones y destinos sustentables.
En 2012 han llegado al país 1,15 millones de visitantes extranjeros, lo que habla de un incremento.
Entre 2011 y 2012 el flujo turístico proveniente de Brasil ha crecido en un 200%.
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