Brasil afina su aparato de seguridad para contener niveles de violencia "epidémicos" durante el Mundial de fútbol de 2014 y garantizar la tranquilidad de cientos de miles de personas que visitarán el país durante el mayor evento deportivo del planeta. "La seguridad pública es una gran preocupación, pero elaboramos un plan estratégico que hemos estado perfeccionando", dijo a la AFP Valdinho Caetano, secretario extraordinario del Ministerio de Justicia para grandes eventos.
El plan. El plan, lanzado en agosto de 2012, establece las zonas más importantes a proteger y la coordinación entre fuerza pública y seguridad privada y define entre los principales riesgos a enfrentar el crimen organizado, los ataques terroristas y los hinchas violentos.
El plan será puesto en marcha en la Copa FIFA Confederaciones, que arranca el sábado en Brasilia y se extiende hasta el 30 de junio, y que funciona como un test del Mundial del año siguiente.
Epidemia de homicidios. El promedio de homicidios en Brasil es de 27 por cada 100.000 habitantes, según cifras de 2010, las últimas disponibles, señala Julio Jacobo Waiselfisz, autor del estudio "Mapa de la violencia".
Las 12 ciudades sede del Mundial 2014 tienen una tasa superior a 10 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que las coloca "en situación de epidemia", explicó Waiselfisz a la AFP.
"Y como toda epidemia, crece, se expande", alertó.
Salvador de Bahia es la ciudad más violenta de las 12, con 69 homicidios cada 100.000 habitantes.
En Río, con una tasa de 27,9 homicidios, el Gobierno inició en 2008 una carrera contrarreloj para mejorar la seguridad, expulsando a los narcotraficantes de decenas de favelas situadas en la zona turística de la ciudad.
Hasta hoy, 32 "Unidades de Policía Pacificadoras" (UPP) han sido instaladas en 179 de las 750 favelas de Río. De aquí al 2014, 12.500 policías serán movilizados en 40 UPP.
La policía y agentes privados. Está previsto que unos 50.000 policías y 25.000 agentes privados de seguridad trabajen en el Mundial.
El Ejército contará con militares especializados en lucha contra terrorismo y armas químicas. Un grupo de agentes fue a su vez entrenado por la Policía Federal estadounidense (FBI) en amenazas externas y control de multitudes.
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