El Ministerio de Culturas y Turismo, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, informó que la inversión y promoción de los sitios arqueológicos tiene como protagonista principal a las gobernaciones, municipios y empresas públicas, a partir de la creación de áreas de arqueología en estas entidades y trabajos de impacto al patrimonio arqueológico financiados por empresas nacionales.
Según el jefe de la Unidad de Arqueología y Museos del Ministerio de Culturas, Julio Alejandro Ballivián, el catastro arqueológico de Bolivia es una responsabilidad de los diferentes estamentos gubernamentales, de las universidades que forman profesionales y de la comunidad en general.
Señaló que después de una tradición arqueológica centralizada en Tiahuanaco, los primeros intentos para desarrollar la administración de la arqueología del país comienzan a rendir frutos, la obtención de la información sobre la cuantificación y caracterización de los sitios arqueológicos por departamentos y provincias se ha iniciado, en cumplimiento con el proceso de descentralización autonómica dispuesta por la Constitución Política del Estado.
El municipio de Tiahuanaco desde el año 2008 contrata los servicios de arqueólogos profesionales para labores de conservación y puesta en valor del lugar.
Lo mismo acontece en otros departamentos como ser el caso de Cochabamba, donde la Dirección de Cultura del Gobierno Autónomo Departamental contrató un arqueólogo para apoyar el trabajo de saneamiento de la serranía de Kenamari y de Cota. El municipio de Santa Cruz y de Samaipata actúan de la misma manera.
En ese marco, la Alcaldía de La Paz creó un programa de registro departamental de sitios arqueológicos a cargo de una unidad de patrimonio cultural.
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