La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscribió recientemente el monte Fuji, mundialmente conocido por su cono volcánico coronado por la nieve, en la lista del Patrimonio Mundial, subrayando la importancia de la montaña para la cultura japonesa.
El Comité del Patrimonio Mundial, reunido para su sesión anual 37 en Phnom Penh, añadió el sitio a la nómina de bienes culturales.
“El Fujisan (monte Fuji), cono volcánico solitario, a menudo coronado por la nieve, se eleva sobre los pueblos, el mar y los lagos bordeados de árboles; inspiró a los artistas y poetas y es desde hace siglos un lugar de peregrinaje”, señaló la UNESCO en el documento preparatorio de la reunión.
“El respeto y el temor que inspira la forma majestuosa del monte Fuji y la actividad volcánica intermitente dieron nacimiento a prácticas religiosas que asocian el sintoísmo y el budismo”, agrega el texto.
“La forma cónica casi perfecta del monte Fuji coronada por la nieve inspiró a los artistas de principios del siglo XIX, que produjeron imágenes que trascienden las culturas y permitieron dar a conocer la montaña a través del mundo y tener una profunda influencia en el desarrollo del arte occidental”, continuó.
La parte inscrita por la Unesco incluye la cumbre de la montaña y, repartidos por las laderas hasta la base, siete santuarios, albergues que reciben peregrinos y un grupo de “fenómenos naturales reverenciados” (manantiales, saltos de agua, un pinar y árboles moldeados en la lava).
El volcán, a unos 100 kilómetros al suroeste de Tokio, se eleva a 3.776 metros y su ladera sur cae hasta la orilla del mar en la bahía de Suruga.
“Es una de las cosas más bellas creadas en la Tierra”, afirmó el gobernador de la Prefectura de Shizuoka, Heita Kawakatsu, al respecto del monte inmortalizado en 36 célebres vistas por el pintor Hokusai.
Estas vistas inspiraron a numerosos artistas europeos, como Claude Debussy, que escogió La ola de Kanagawa de Hokusai como carátula de la partitura original de El mar. Pero también a Van Gogh, Degas, Manet, Monet, Gauguin o Seurat.
El monte recibe entre 250 mil y 300 mil personas durante los dos meses de verano en que se autoriza el montañismo. La recomendación de inscribirlo en el patrimonio por el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) está asociada para las autoridades japonesas a una vigilancia extrema para preservar este sitio de unas 70.000 hectáreas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario